El Cañón del Sumidero es uno de los emblemas más representativos de Chiapas, pues gracias a su majestuosidad atrae turismo estatal, nacional e internacional que, paralelamente, deja una utilidad importante a los prestadores de servicios: lancheros, restauranteros, hoteleros, así como transporte terrestre y aéreo.

Sin embargo, esta arquitectura natural enfrenta uno de los más grandes retos en la actualidad: su conservación. Y es que lamentablemente, la negligencia del ser humano ha provocado una mancha de residuos de PET y naylon sobre las aguas del Río Grijalva.

Es decir, urge concientización de parte de las autoridades ambientales y educativas del Gobierno Federal, Estatal y Municipal, para revertir este indicador, pues en los hechos no se reflejan los resultados esperados.

Falta trabajar en aquellos municipios desde donde se genera buena cantidad de basura que llega a dar al Cañón del Sumidero.

Hay que recordar que este lastre se agrava con la caída de árboles que se encuentran a los márgenes del canal de agua, lo que ha desilusionado a los paseantes y sobre todo a los ambientalistas del planeta que visitan esta maravilla natural.

Por ello aunque se observa como plausible el trabajo que realiza en la limpieza del Cañón del Sumidero, es muy importante que se trabaje en el aspecto preventivo para que se termine de una vez con el problema de fondo.

De continuar así (únicamente captando la basura y no sensibilizando a la población), la contaminación en el Cañón seguirá, y esa es una tarea que les corresponde realizar a las autoridades de los tres niveles de Gobierno.

Como es de conocimiento público, mucha de esta basura plasmada en las aguas del Cañón del Sumidero proviene de los afluentes que desembocan en esta falla geológica: Suchiapa, Chiapilla, Chiapa de Corzo, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas, Villaflores, Berriozábal, entre otros.

Cabe destacar que en 2009, el Cañón del Sumidero, figuró entre los 261 semifinalistas nominados a formar parte de las Nuevas Siete Maravillas de la Naturaleza, promovido por la New Open World Corporation (NOWC).

De ahí que es importante que todos pongamos nuestro granito de arena para conservar esta falla geológica que se abrió hace aproximadamente doce millones de años en la Sierra Norte de Chiapas.