Desde hace 25 años se comenzó a conformar la Reserva Natural de Selva Tío Tiburcio, ubicada en Chiapa de Corzo, por familias dedicadas a la agricultura. Alberga alrededor de 400 árboles de siete variedades de jocote, además de árboles entre anona, chincuya, zapote negro, caco, mango, limón, aguacate, guayaba, entre otros.
Rubisel Jiménez, guardián de la reserva, cuenta que su familia siempre ha trabajado el campo. De pequeño una de sus actividades era cortar jocote, pero con el paso del tiempo se fue dando la escasez, por lo que comenzaron a buscar plantas de todas las variedades de esta fruta para formar lo que hoy es la reserva.
Antes era una colección privada o familiar, justo en la pandemia decidieron abrirla al público, adaptándose como un espacio de esparcimiento y, sobre todo, una escuela de educación ambiental. Todos los días puede ser visitada, al ingreso explican la importancia de cuidar el espacio.
Investigaciones
Mencionó que con los años varias universidades han realizado investigaciones y estudios en esta área sobre arañas, hongos, aves, condiciones de las plantas, de las frutas, entre otros temas, lo que ha servido para su cuidado y conservación ante algunos impactos que ha sufrido, como el cambio climático.
El guardián de la reserva refirió que, a lo largo de los 25 años en que se ha formado esta reserva, el cambio en el terreno ha sido evidente, seguramente por la variabilidad climática. Anteriormente había tres arroyos grandes que bajaban de la montaña hasta el río Santo Domingo, hoy día están secos.
Mencionó que antes se podía caminar libremente por todo el terreno, pero con la construcción del aeropuerto, la carretera pasó en medio de la zona y quedó partido en dos, además, ya no hay solo una colonia, hay cuatro, todo eso ha representado un fuerte impacto al terreno con la destrucción de algunos árboles.