Para los zoques de la Depresión Central de Chiapas, el jaguar, la iguana y la hormiga son mucho más que especies animales; son personajes fundamentales en un drama cósmico que explica el origen del maíz, la llegada de la lluvia y la fertilidad de la tierra, explicó el antropólogo Juan Ramón Álvarez Vázquez.
Charla
El investigador ofreció una conferencia en el Museo Regional de Chiapas, bajo el resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y reveló las conexiones entre la fauna local y la espiritualidad zoque, demostrando que la verdadera riqueza de un pueblo no siempre está en sus monumentos, sino en las historias que cuenta sobre el mundo que lo rodea.
Inició su charla destacando la importancia de estudiar lo “cotidiano”. Criticó la idea de “rescate” cultural, afirmando que estas tradiciones no están extintas, sino que viven en las casas, los campos y la memoria oral de la gente.
Su metodología se basa en la historia oral, recurriendo a ancianos de comunidades como Tuxtla, Ocozocoautla y San Fernando para reconstruir saberes que, muchas veces, “no están en ningún libro”.
Animales
Álvarez Vázquez dedicó una parte central de su exposición a descifrar el simbolismo de animales específicos en la cosmovisión zoque, como el “Jaguar”, un animal nocturno, conectado con los encantos o dueños de los cerros.
“No es un ser maligno, sino un protector del maíz, ya que caza a los animales que amenazan la milpa. En danzas como el Carnaval Zoque, interactúa con el mono en un equilibrio cósmico que representa la dualidad y la renovación del ciclo agrícola”.
En tanto “el Mono”, representa la alegría, el placer, la sensualidad y es un animal diurno. En los mitos se le describe como un ser que “roba frutas de los cerros” para intercambiarlas, actuando como un intermediario entre el hombre y los seres sobrenaturales que custodian las riquezas de la montaña.
“La Iguana y el Garrobo”, son centrales en la “Danza de la Tierra” o Nac Etse en Tuxtla. En este ritual se simula el casamiento entre estos reptiles, un acto que simboliza la fertilización de la tierra y la petición de lluvias para la milpa. “La iguana al poner un sinnúmero de huevos representa la fertilidad”, explicó el antropólogo.
“La Hormiga”, a través de un mito, Álvarez Vázquez ilustró cómo este insecto es fundamental en el origen del maíz. La historia relata que la hormiga permite que el hombre la coma para que no consuma el maíz nuevo que guarda en el interior del cerro sagrado, dando tiempo a que la cosecha madure. “El nucu permite que pueda surgir el maíz”, señaló.
“El Gallo”, aunque introducido por los españoles, fue incorporado a la cosmovisión local. Se le relaciona con el canto que anuncia la salida del sol (Hama) y con la llamada a las lluvias. Está presente en los ramilletes rituales (arreglos florales) y su colocación puede influir simbólicamente en el desarrollo de una fiesta.