La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) dio a conocer cuáles son los pastelitos empaquetados con alta presencia de azúcares, por lo que recomienda moderar su consumo.

A través de la edición de febrero de la Revista del Consumidor, la Profeco reveló el estudio realizado en el que menciona que el primero o segundo ingrediente con mayor presencia son los azúcares.

De acuerdo con la definición que expone la Norma Oficial Mexicana, un pastel “es el producto que se somete a batido y horneado, preparado con harinas de cereales o leguminosas, azúcares, grasas o aceites, leudantes (sustancias capaces de producir o incorporar gases en productos que van a ser horneados) y sal; adicionado o no de huevo y leche, crema batida, frutas u otros ingredientes opcionales y aditivos para alimentos”, es decir, es un producto de panificación.

La autoridad evaluó 25 productos, incluyendo la información en la etiqueta, además de la recomendación diaria de consumo de azúcares que de acuerdo con la OMS es de 25 gramos al día, sin embargo, en México se ofertan productos que por sí solos alcanzan esta cantidad o la superan, por lo cual su consumo sumado con otro producto excede lo recomendado.

Tal es el caso de productos como Hostess Cinnamon Roll, con 29.9 g de azúcares por pieza; Napolitano Marinela, con 25.7 g; y Mrs. Freshley’s Balonazos, con 25.1 g, los cuales se pueden adquirir en cualquier tienda de conveniencia o cercana a las casas.

Además, algunos de estos productos adicionan edulcorantes, azúcares y sorbitol, por lo que deben incluir en su etiqueta la leyenda que diga que no son recomendables para niños.

Estos productos son Colosseo Amico, Freddi Dark, Moretta Tiramisú, Freddi Buondolce, Latte Fresco, Freddi Dolcetto, todos de origen italiano.

Para el caso de los Vualá Swich de origen rumano, la Profeco revela que declaran cero azúcares, pero sí azúcares añadidos, por lo cual no cumplen con la Norma Oficial Mexicana para este tipo de productos.

El estudio expone que los productos importados de lugares como Italia y Rumania utilizan conservadores que les permiten alargar más su vida útil.