Chiapas es la entidad con el mayor rezago educativo en la población de tres a 17 años a nivel nacional, situación que no solo persiste, sino que se ha agravado sustancialmente entre 2016 y 2024.
De acuerdo con los datos de Pobreza Multidimensional, analizados por la Red por los Derechos de las Infancias en México (Redim), Chiapas registra un 17.4 % de su población infantil y adolescente en condición de rezago educativo para el 2024.
Esta cifra, la más elevada del país, casi duplica el porcentaje nacional que se sitúa en 10.6 % y representa una brecha abismal de 11.1 puntos porcentuales si se compara con Sinaloa, el estado con la tasa más baja (6.3%).
Lo más crítico de la situación chiapaneca es la tendencia regresiva. Mientras a nivel nacional el indicador tuvo una mínima disminución de 0.1 puntos porcentuales en ocho años, en Chiapas el problema se profundizó.
En 2016, 240 mil 816 niñas, niños y adolescentes (NNA) no asistían a la escuela y carecían de la educación obligatoria, lo que equivalía al 14.2 % de la población en ese rango de edad. Para 2024 la cifra aumentó a 311 mil 983 NNA, es decir, el 17.4 % de las infancias y adolescencias chiapanecas. Este incremento de 3.2 puntos porcentuales en el periodo coloca a Chiapas como uno de los estados donde el rezago educativo creció de manera significativa.
Mayor rezago
Particularmente, el bienio 2022-2024 es donde se reportó el mayor incremento de rezago, con 1.6 puntos porcentuales. Más de 25 mil infancias y adolescencias entraron a este concepto de crisis educativa.
Frente a este panorama, la Redim identifica que el rezago se concentra de manera desproporcionada en la primera infancia y en comunidades indígenas, grupos para los que el sistema educativo actual no está proporcionando soluciones efectivas. Entre las medidas urgentes que se proponen para revertir esta crisis, se encuentra la necesidad de dotar de sentido comunitario a la experiencia escolar, analizando y mitigando los gastos que la asistencia a la escuela implica para las familias.