Unidades de Especialidades Médicas de Enfermedades Crónicas de la Secretaría de Salud, advirtió de los riesgos de cambios bruscos de temperatura que pueden provocar parálisis facial periférica ya que el saltar de un sitio cálido a uno frío, estos se cierran y dan origen a la pérdida de la función del nervio.

En entrevista, el coordinador de la Uneme-Enfermedades Crónicas en Tapachula, Hernán Betanzos Cano, explicó que la parálisis se define como la suspensión de la función secundaria, debido a la lesión del nervio facial o del séptimo par craneal; esto se puede evitar con medidas simples como no entrar abruptamente a un lugar con aire acondicionado después de haber estado demasiado tiempo expuesto al sol, evitar lavarse la cara con agua fría, entre otros aspectos que podrían afectar al sistema nervioso.

Señaló que la parálisis facial es una lesión del movimiento involuntario de los músculos que se encuentran en la cara, desviando hacia uno de los lados la piel, paralizando y provocando una incapacidad para desenvolverse con normalidad, además de provocar una incapacidad para cerrar el ojo de la parte afectada e incluso causar una pérdida temporal del gusto.

Añadió que debido a la intensa ola de calor propia de la temporada, la mayoría de la población corre el riesgo de padecerla, por lo que es necesario tomar precauciones y evitar malas prácticas.

Expuso que este padecimiento se complica más en pacientes con diabetes e hipertensión, así como adultos mayores, por ello la importancia de evitar cambios bruscos de temperatura y prácticas como secar el sudor frente a un ventilador, lavarse con agua fría la cara y llegar a una zona con aire acondicionado después de permanecer mucho tiempo bajo sol, entre otras.