Por la presión que ejerce Tuxtla Gutiérrez sobre el Río Grijalva, se estima que entrará en una crisis de abastecimiento para los próximos 35 años, en tanto, las acciones para recuperar la cuenca no logran impactar positivamente en su recuperación total.
Cuarto Poder realizó una investigación documental y entrevistó a varios actores clave sobre el tema del agua, y todos coincidieron en que para 2050, el río tendrá una presión de abastecimiento, azolve y contaminación, de lo que hoy se observa indicios.
Servicios ecosistémicos
Froilán Esquinca Cano, coordinador técnico de investigación de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn), explicó que los servicios ecosistémicos de la Sierra Madre de Chiapas tienen una “expresión” muy fuerte dentro del caudal del Grijalva.
Cualquier afectación al río, impactará de forma negativa sobre los ecosistemas asociados en la parte alta de la cuenca. Estamos viendo las primeras consecuencias del estrés hídrico al que hemos sometido nuestro río, sostuvo.
Frente al escenario de un fenómeno fuerte como El Niño, pronosticado para mitad de año, Chiapas entrará en una etapa de bajos niveles de los caudales de los ríos, así como el manto freático disminuido, lo cual notaremos en los pozos artesianos.
Jiccas, la única propuesta
En tanto, el diputado local del PVEM, presidente de la Comisión de Ecología y Cambio Climático de la LXVI Legislatura, Arnulfo Castillo Milla, sostuvo que la única propuesta integral que respecto del Río Grijalva está planteada sobre la mesa institucional, es la Junta Intermunicipal de la Cuenca del Cañón del Sumidero (Jiccas).
Milla informó que el pasado primero de febrero realizaron una reunión con todos los involucrados, donde se comenzó a perfilar la agenda de trabajo común que integra a los 17 municipios que comprende el territorio de la cuenca, bajo la coordinación de Semahn y del alcalde de Tuxtla, Fernando Castellanos Cal y Mayor.
El primero de los puntos en acordarse, reveló el legislador, fue suscribir un convenio que permita la operación y funcionamiento de un órgano administrativo, que dará seguimiento a las acciones de la Jiccas.
Castillo Milla enfatizó la importancia de proponer y explicar la relevancia de la agenda ambiental de Jiccas y sugirió que los municipios asuman la restauración, conservación y cuidado de la cuenca del Sumidero, “como una política pública que se integre a los Planes Municipales de Desarrollo, de los municipios integrantes”.
El diputado consideró que hace falta una reforma a la nueva ley ambiental de Chiapas, que contemple la elaboración del programa de ordenamiento ecológico y territorial en todos los municipios de Chiapas; próximamente, anunció, se reunirán para revisar los avances de los POET.
Caudal ecológico
Por su parte, el delegado en Chiapas de la Semarnat, Amado Ríos Valdez, sostuvo que el río Grijalva tiene establecido, por Norma Oficial Mexicana, un caudal ecológico que le permita generar vida en su entorno inmediato.
Ello establece una especie de límite para la extracción de agua mediante los organismos operadores municipales que toman agua para potabilizar y distribuir a la ciudad, en su trayecto que abarca más de 92 mil kilómetros de territorio de Chiapas y Tabasco.
El caudal ecológico de un río está en función de razonamientos técnicos, pero se considera igualmente en función de los diversos aprovechamientos concesionados; el Grijalva tiene un caudal ecológico “muy seguro” en términos de cantidad y tiempos, pero debemos observar el factor meteorológico que, pronosticado, no es nada alentador para los próximos años, apuntó.
A ello, hay que sumarle el proceso de erosión y arrastre que en el cauce del río Grijalva se ha incrementado a partir de la construcción del sistema de presas de generación de energía hidroeléctrica.
Arrastre de sólidos que van sedimentando el vaso de cada presa, que pone en riego el hábitat biológico de muchas especies y que poco a poco, en el transcurso de muchos años, acortan la vida útil de la infraestructura y “matan” al río.
El presidente del Consejo de Cuenca del Río Grijalva, Alfredo Araujo Esquinca, dijo que los trabajos de manejo integrado de cuenca en el cauce del Grijalva, son pocos frente a la gran urgencia de recuperar los macizos forestales de la parte alta y media que han sido degradadas a niveles de peligro e irreversibilidad.
“Cuando hablamos del manejo integrado de cuenca sobre el río Grijalva, estamos abogando por la participación de todos en un tema al que debemos entrarle de lleno. No podemos perder más tiempo ya que conforme conocemos los efectos negativos del cambio climático en el mundo, vamos descubriendo lo que tenemos frente a nosotros en el Grijalva”, dijo.
“Se trata de un tema al que debemos llegar con una mentalidad más abierta en cuanto a nuestra participación y nuestra propia responsabilidad: ahí está nuestro futuro inmediato y no podemos comprometer a la generación siguiente, la de los próximos cincuenta años”, acotó.
Sobre el Grijalva existe una veda de 1957 que impide el acceso a grupos que buscan generar empleo y elevar la productividad económica de Chiapas: las causas de aquel entonces, se referían a cuidar y proteger los distritos de riego en Tabasco. Las condiciones hoy, son de exceso de agua en la cuenca baja; mañana, podrían ser de falta de agua, agravada por El Niño.
Tuchtlán y Ciudad del Agua
Carlos Flores Pérez, director del Sistema Municipal de Agua Potable (Smapa), dijo que la reforma a la Ley de Aguas Nacionales del 2014 reclasificó a Chiapas como un estado sin agua y ello incrementó el costo de los derechos por tomar agua del Grijalva y enviarla a 125 mil casas en Tuxtla, previo proceso de potabilización.
El funcionario municipal dijo que han sido las gestiones del alcalde capitalino, Fernando Castellanos Cal y Mayor, frente a Conagua, las que ha permitido retomar la extracción diaria de agua de 2 mil litros por segundo mediante el sistema Ciudad del Agua.
A cambio, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Tuchtlán está regresando un promedio de 180 litros por segundo al río Sabinal de agua tratada, sin contaminantes de alto valor, muchos de los cuales se envían por un lododucto al sistema de tratamiento de aguas negras de Paso Limón.
La proporción de extracción de agua comparada con el retorno de agua en mejores condiciones de las que se toman, son el esfuerzo más amplio que al respecto conocemos en la ciudad, mientras unas mil 200 cargas domiciliarias (clandestinas, registradas, conocidas) siguen llegando, vía el Sabinal, al cauce del Grijalva.