Armado con un cepillo de plástico, una cubeta y un poco de jabón en polvo, Erick se encarga de limpiar los depósitos de basura localizados en diferentes puntos de la ciudad. Estos sirven para mantener libre de desechos las calles de Tuxtla Gutiérrez, pero, lamentablemente, la población no hace un uso racional de los mismos ni toma en cuenta las indicaciones de separación en “orgánicos e inorgánicos”.
Él es empleado del Departamento de Imagen Urbana, integrado a la cuadrilla encargada del mantenimiento a fuentes y monumentos de la ciudad.
En un tono amable refiere que de manera periódica es enviado a realizar esta tarea, la cual consiste en limpiar los botes de metal colocados principalmente en la avenida Central y otras zona del corazón de la capital chiapaneca.
Sin que lo diga, hace con gusto su trabajo, reconoce que es una labor para mantener limpia la ciudad y darle una imagen mejor.
Por 10 minutos talla con su cepillo blanco las superficies, se apoya con un trapo para alcanzar todas las partes de estos botes de metal que no siempre son usados como debe de ser.
“Los olores son desagradables, esa es la verdad, a veces son insoportables pero uno se acostumbra, además es el trabajo que nos toca hacer, y ya sabemos hacerlo”, expresó.
En ocasiones le toca pedir agua en los comercios cercanos para los recipientes, a fin de poder hacer su trabajo, y aunque a veces se la niegan, no se desanima, nunca se rinde; siempre encuentra quien lo apoye para terminar su tarea.
Desde que comenzó a laborar, hace 12 años, fue designado como parte de sus labores el aseo de los recipientes, al principio no fue una idea agradable para él, pero ahora lo hace con gusto.
Expone que uno de los principales problemas a los que se enfrenta es que los tuxtlecos no depositan su basura de la manera indicada, no hace la separación.