Vanessa Traconis Quevedo, presidenta de Red Salud en Chiapas, expuso que el covid-19 no sólo está suponiendo un reto para los sistemas sanitarios de todo el mundo, sino que también está poniendo a prueba la solidaridad humana, es por ello que empresarios y diferentes sectores trabajan arduamente para contrarrestar la pandemia, al mismo tiempo de combatir el hambre y la desnutrición que aqueja a la entidad.

“La ONU apeló a la solidaridad con las poblaciones más pobres y vulnerables del mundo, las cuales necesitan ayuda urgente para responder a la peor crisis económica y social en generaciones. Ahora es el momento de cumplir con nuestro compromiso de no dejar a nadie atrás”, expresó.

Erradicar el hambre y la desnutrición es uno de los grandes desafíos de la época. Las consecuencias de una alimentación insuficiente o mala no son sólo el sufrimiento y un mal estado de salud, sino que también ralentizan el progreso de muchas otras áreas de desarrollo como la educación y el empleo.

“Hay mucho por hacer, y ninguna organización puede alcanzar el Hambre Cero (Objetivo 2) trabajando sola. Si queremos ver un mundo sin hambre en el 2030, los gobiernos, ciudadanos, las organizaciones sociales civiles y el sector privado deben colaborar para invertir, innovar y crear soluciones duraderas. Este momento de crisis también se debe aprovechar como una oportunidad para trabajar de manera colaborativa y con responsabilidad social compartida, donde los esfuerzos de todos los sectores se sumen para trabajar en cerrar las brechas de desigualdad de las personas”, puntualizó.

Ante ello, Red Salud, el Banco Farmacéutico, la Y Griega, junto con todos los voluntarios de acción y organizaciones aliadas, asumen el reto de contribuir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En particular, con el fin de la pobreza: “Cero Hambre” y “Salud y bienestar” (objetivos 2 y 3, ODS-ONU); “trabajaremos para contribuir en cerrar la brecha de la desigualdad”.