En los últimos seis años, los Gobiernos de México y Estados Unidos han cooperado para mantener no solo en pie, sino en óptimas condiciones de conservación, la excelsa arquitectura de la Zona Arqueológica de Palenque. En este periodo el vecino país del norte ha invertido medio millón de dólares para estas actividades.
Son casos concretos la Tumba de Pakal, en el interior del Templo de las Inscripciones, y cuatro estructuras del Palacio, pues se trata de la unidad político-administrativa más compleja de esta antigua urbe maya.
Este pasado 15 de mayo se realizó la ceremonia de clausura de este proyecto de preservación, al que se destinó un apoyo de medio millón de dólares por parte del Fondo de Embajadores del Departamento de Estado para la Preservación Cultural (AFCP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos; recurso que ejerció la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con total transparencia y resultados.
El acto fue presidido por la coordinadora nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), María del Carmen Castro Barrera, y por el consejero para la diplomacia pública de la Embajada de Estados Unidos en México, Silvio González, quienes coincidieron en que se trata de un aporte significativo a la permanencia de una antigua ciudad que es patrimonio mundial, por ser un ejemplo del “genio creador” de la civilización maya.
Con la representación del director general del INAH, Diego Prieto Hernández, la titular de la CNCPC comentó que el ingreso de Palenque, en 1987, a la prestigiada lista de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), se debió, entre otros aspectos, a la elegancia y calidad técnica de sus construcciones.
“El que estos valores sigan revelándose a más de mil 200 años del esplendor de la ciudad, implica una responsabilidad enorme”, detalló.