Rompiendo la marginación y pobreza en ejido Chiapaneco

(quinta de ocho partes)

Aproximadamente el 20% de la población del ejido de Villahermosa, municipio de Villaflores, pertenece al pueblo tzetzal. Ahí, la pobreza es a la vez causa y consecuencia de la marginación y la exclusión social, ya que viven con menos de 25 pesos al día.

Es por ello que Cemex busca romper con este ciclo de marginación y pobreza con la construcción de una vivienda adecuada, y la gestión de proyectos productivos para su desarrollo económico.

La implementación de acciones para la vivienda adecuada en favor de grupos vulnerables busca aliviar la pobreza extrema al garantizar que todas las personas tengan el mismo derecho a recursos económicos, y acceso a servicios básicos, a la propiedad y al control de la tierra, de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.

Para Cemex, la vivienda adecuada contribuye a abatir la pobreza en tanto supone seguridad ante las condiciones climáticas exteriores, un sentido de pertenencia, y el legado de un patrimonio para futuras generaciones.

De acuerdo con el INEGI, el rezago de vivienda se concentra de manera proporcional en mayor medida en las zonas rurales del país, con 78.3% de las viviendas, en contraste con una incidencia del 35.4% en zonas urbanas.

En tanto, la Comisión Nacional de Población comentó que la carencia de drenaje y servicio sanitario repercute sobre la higiene de las viviendas y la salud de sus ocupantes, propiciando la transmisión de enfermedades gastrointestinales, entre otras, que pueden convertirse en problemas de salud pública y que repercuten en el gasto familiar, aumentando las disparidades sociales y afectando la calidad de vida.

Con este proyecto, Cemex busca que 77 familias tengan una vivienda adecuada, segura y resistente a la geografía de la comunidad, esta última al considerar que se encuentra en una zona sísmica. Para ello existe una capacitación “Yo Construyo” para la construcción de vivienda, la autoconstrucción asistida, y producción de blocs de concreto para la construcción de estas casas.

Los nuevos hogares en el ejido de Villahermosa cuentan con alrededor de 60 metros cuadrados de construcción que se dividen en dos habitaciones principales y un sanitario completo. Además, se integró un sistema de drenaje en la comunidad con biodigestores que permite deshabilitar las letrinas utilizadas anteriormente.

“Ya no dormimos con las sábanas en la cara, ni con miedo a que salgan víboras de la cama”, comentó Marisa Mandujano sobre su nuevo hogar que habitará próximamente con su esposo y 3 de sus 12 hijos.