Este 6 de enero, como parte de las tradiciones mexicanas, se celebra el Día de los Reyes Magos. Una forma de hacerlo es con la partida de la tradicional rosca, una actividad que permite conocer el trabajo que hacen algunas personas para llevar este postre hasta la mesa de los hogares.
Marlith Graciela Ocaña Álvarez forma parte de una familia que desde 1939 se dedica a la fabricación de panes, pero que en atenciones al público, en próximos meses, cumplirán 55 años.
Al interior de la panadería artesanal “Las Álvarez”, ubicada sobre la 3ª Sur entre 5ª y 6ª Poniente en Tuxtla Gutiérrez, relató que los productos los realizan en horno de barro y leña, además que el pan de las roscas es de mantequilla orgánica; esa combinación le da un sabor único a lo que ofrecen.
Pasos
El procedimiento para la fabricación, explicó, comienza con el amasado de todos los ingredientes, después se colocan en los moldes especiales y esperan la temperatura ideal del horno para la cocción; pasados 40 minutos están listas y sólo se espera a que enfríen.
El siguiente paso es el adorno, en la panadería se puede ver y sentir la mezcla de colores y sabores; a las roscas -dijo Ocaña Álvarez-le colocan la base que está hecha de mermelada de piña, esa función permite retener el coco rayado, se le agregan rodajas de frutas en varias formas. Los estilos e ingredientes varían en cada local o persona que realiza la preparación.
En la panadería artesanal comienzan a trabajar tres días previos a la celebración del Día de Reyes, para que todos los productos estén frescos; en un día de actividad intensa pueden fabricar hasta 150 roscas, y todas son vendidas.
Actividad
Un vez que concluya este 6 de enero, Ocaña Álvarez explicó que, junto a sus 11 colaboradores, se dedicarán a la fabricación de panes artesanales que venden de forma habitual; los nombres son muy peculiares: los cuachitos, los bienmesabes, los taquitos, yemas, empanadas, chorizos, hojaldras; la especialidad de la casa son las cazuelejas de mantequilla.
Por tamaño, las roscas de Reyes se venden en 160 pesos las chicas y alcanza para compartirla entre 10 y hasta 12 personas; las grandes se ofrecen en 250 pesos, una se puede repartir hasta en 25 conocidos.
Generalmente, explicó Ocaña Álvarez, colocan ocho muñequitos a las roscas pequeñas y hasta 12 a las más grandes; estos objetos tienen una representación religiosa y, en términos más prácticos, el 2 de febrero (Día de la Candelaria) tienen que entregar tamales aquellas personas que tuvieron la fortuna de encontrar ese Niño Dios en las rodajas, pues simboliza aquel momento en que María y José escondieron a Jesús de Herodes.
En estas fechas las actividades comienzan desde las primeras horas del día y terminan entrada la noche, debido a que en el horno se elaboran las roscas pero también los productos que se ofertan todos los días.
Crisis
La pandemia, relató, los obligó a reinventarse en todos los sentidos, el personal de la panadería artesanal se vio en la necesidad de elaborar un plan de trabajo para ofertar los productos a través de otros medios, pues sólo contaban con la venta tradicional de mostrador.
Para no irse a la quiebra y dejar sin el sustento familiar a los trabajadores, pusieron en marcha un modelo de venta basado en redes sociales. Esta acción los salvó de cerrar, les permitió sobrevivir y atraer a nuevos clientes.