Rosca de reyes, tradición mexicanizada

En pastelerías, tiendas departamentales, hasta en redes sociales se ofrecen las roscas de reyes, una tradición que llegó a México en la época de la Conquista y su adopción a lo largo de cuatro siglos la ha resignificado. Actualmente “la tradición mexicana afirma que, quien encuentre al niño Dios, es porque tiene un gran corazón y generosidad y por lo tanto debe ofrecer la típica tamaliza el Día de la Candelaria”.

El párroco de la iglesia de Candelaria, en Copoya, Roberto García Solar, explica que al acto cuando los reyes conocen a Jesús se llama epifanía o manifestación, “ese encuentro se simboliza con los panes en la tradición católica-apostólica y la celebramos el 6 de enero”.

De acuerdo a la tradición cristiana, tres reyes magos: Melchor, Gaspar y Baltazar, viajaron desde el Oriente hasta Jerusalén guiados por una estrella para adorar a un profeta recién nacido y llevarle tres ofrendas: oro, incienso y mirra. Cuando encontraron al niño tenía tres días de nacido, se postraron ante él y le dieron las respectivas ofrendas.

El padre Roberto explica que los panes y tartas han formado parte de la alimentación de la época navideña en muchas regiones del mundo.

“En Italia, actualmente se comparte en familia un pan llamado panettone, y en algunas regiones de Francia se cocina un pastel en forma de tronco, el cual recuerda el tronco de Jesé, que en las profecías significa que Cristo será descendiente del rey David”, detalló.

Sincretismo

Se trata de una tradición simbólica que se ha modificado y nutrido de varias culturas; por ejemplo, “en Bélgica se introdujo en el siglo XV la costumbre de comer el 6 de enero un pastel que llevaba en su interior una semilla escondida de haba o frijol, y a quien le tocaba en su rebanada era proclamado el invitado de honor o el rey del frijol”.

En Francia, en el siglo XVI, se adopta la costumbre pero se prepara un pan de forma octagonal, “pero cuando se enteraron que quien recibía la semilla debía preparar una fiesta, la gente se la comía disimuladamente; esto hizo que se cambiara la semilla por algún objeto como anillos, dedales o imágenes chiquitas de porcelana del niño Dios y esconderla dentro del pan”.

Es en España que se da la forma de una corona al pan y se ofrece al niño Dios, reconociéndolo como rey de reyes; los fragmentos multicolores de fruta cristalizada representan las joyas.

Mendoza Solar expone que cuando llegan los misioneros a México se incorpora la rosca a la celebración del 6 de enero. “Aquí en el país la figurita del niño escondido recibió un nuevo significado, recordando que María y José escondieron al niño Jesús para salvarlo de la matanza de inocentes ordenada por el rey Herodes”.

Es por eso que “la tradición mexicana afirma que quien encuentra el niño Dios es porque tiene un gran corazón y una gran generosidad y por lo tanto debe ofrecer la típica tamaliza el Día de la Candelaria”.