En una lluvia intensa, el río Sabinal arrastra unos 60 metros cúbicos (m3) de agua por segundo, esto representaría para un ciudadano que en un segundo observara pasar frente a él 60 mil botellas de un litro llenas.
Cabe recordar que este afluente que atraviesa Tuxtla Gutiérrez ha tenido problemas de contaminación, especialmente en zonas media y baja de su recorrido, pero además permanente desatención a la limpieza en calles y sitios de arrastre secundario.
A ello se le agrega una vieja planeación de la colectividad de sus afluentes secundarios; es decir, los arroyos que llegan al Sabinal están conectados en línea recta y en temporadas de mucha lluvia, se hace un tapón entre estos arrochuelos y el Río Sabinal, explicó el ingeniero hidráulico, Martín Mundo Molina.
El también Premio Mundial el Ingeniería por la ONU, explicó que existe alto riesgo de bloqueo por basura como por falta de limpieza previa a las temporadas de lluvia, pero sobre todo la falta de un estudio integral que exponga las condiciones de escurrimientos tributarios al Sabinal.
Escenario de riesgo
Estas conexiones han sido históricamente un escenario de riesgo, es decir, los arroyos secundarios que se conectan al río Sabinal generan taponamientos, esto mucha veces tiene que ver con la forma en que están conectados los tributarios.