Además de trabajar en la parroquia de San Judas Tadeo, el sacerdote Juan Gabriel López Hernández se da tiempo para atender la cafetería llamada “El Calvario” y cocinar para los comensales.
En entrevista, comentó que los recursos económicos que se obtengan en la cafetería se destinarán para la construcción de la casa parroquial del templo de San Judas Tadeo, que se ubica en la colonia 14 de Septiembre, en el norte de San Cristóbal.
“‘El Calvario’ tiene una finalidad de contribuir para el bien de la parroquia. Es un proyecto intraeclesial; llevamos más de cinco meses e invitamos a la ciudadanía para que pase y conozca el espacio, porque ha sido un lugar que ha estado cerrado durante mucho tiempo”, compartió.
El establecimiento se ubica sobre la calle Diego de Mazariegos, sin número, en la parte posterior de El Calvario, que se sitúa atrás del templo de la Merced, en el centro de la ciudad coleta. Es un espacio muy bonito que estuvo abandonado por muchos años, hasta que a López Hernández se le ocurrió habilitarlo poniendo una cafetería.
“El proyecto surgió para rescatar este espacio que estaba olvidado y para que las familias tengan un espacio en el que puedan respirar más tranquilidad ante tanta ola de violencia; vale la pena rescatar estos espacios para el encuentro de las familias y para que el turismo conozca otros espacios bonitos dentro de la ciudad. Este sitio ofrece una alternativa más para el turismo local, nacional e internacional”, dijo en entrevista.
“Aparte de sacerdote, chef…”, le comentó un reportero.
“Ja, ja. También le hago un poco a la cocina”, agregó.
El religioso, que usa el pelo largo y el mandil de los cocineros para guisar los alimentos, informó que los desayunos de “El Calvario” contienen “comida vegetariana; es una cocina que conocemos como comida lenta, es decir, se prepara en el momento que viene la gente para que los alimentos conserven las propiedades y estén recién hechos”.