La mano de obra local, principalmente del sector primario, teme ser desplazada como consecuencia de las deportaciones masivas que realiza Estados Unidos, no solo de nacionales, sino de extranjeros.
Aseguran que será una competencia irregular ya que empresas constructoras y comercios buscan pagar menos al trabajador sin dar prestaciones, por lo que la autoridad debe intervenir y priorizar a los locales ante deportaciones y flujo de migrantes.
Externan preocupación
Desde el inicio del gobierno de Donald Trump en la Unión Americana y su política migratoria, la situación ha repercutido en México, con masivas deportaciones y la permanencia de migrantes de distintas nacionalidades en busca de oportunidades; por lo tanto, es prioridad garantizar la contratación de la mano de obra local, afirmó el secretario general de la Federación Obrera Revolucionaria de Chiapas, Teodoro Vázquez Castillo.
Hizo un llamado ante la creciente preocupación por la situación laboral en la región, pues los obreros locales son desplazados por personas en contexto de movilidad, porque les pagan mucho más barato.
Expuso que por parte de patrones se prefiere contratar la mano de obra migrante porque les pagan menos del salario mínimo por largas jornadas, además no les dan seguridad social, por lo que ante estas condiciones los obreros mexicanos no pueden competir.
“Esperemos que el gobierno reorganice el panorama laboral y dé preferencia a los trabajadores mexicanos, porque la mano de obra, principalmente en grandes construcciones y en comercios, es de extranjeros”, abundó.
El líder obrero hizo hincapié en la importancia de una coordinación efectiva entre las autoridades laborales, municipales y estatales para abrir nuevas oportunidades de trabajo para los mexicanos.
El objetivo, explicó, es establecer un modelo de trabajo inclusivo que garantice oportunidades tanto para connacionales como para los migrantes, así como tener espacios para los repatriados.