Cada 31 de mayo se conmemora el Día Internacional sin Tabaco, declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo a Comunicación, Diálogo y Conciencia Sociedad Civil (Códice S.C.), al año mueren en Chiapas 151 hombres y 53 mujeres por infarto agudo al miocardio relacionado al tabaquismo.
En noviembre de 2022, la organización dio a conocer el estudio “Morbilidad y mortalidad atribuible al tabaco por entidades”, del Instituto Nacional de Salud Pública, la Universidad Autónoma de Baja California Sur y Códice.
Según Códice, la Secretaría de Salud de Chiapas gasta anualmente un millón 719 mil 845 pesos por atender las urgencias hospitalarias de los infartos derivados del consumo excesivo de tabaco. En 2020, 12 hombres y tres mujeres fueron atendidos por este padecimiento.
Dio a conocer que los hospitales públicos erogan 114 mil 34 pesos cada vez que una persona fumadora llega al área de urgencias médicas con un infarto, pues les realizan una serie de estudios y terapias.
El tabaquismo es una de las principales causas del infarto debido a que provoca alteraciones en el sistema cardiovascular. En México, las enfermedades del corazón son la primera causa de muerte.
Medio ambiente
Se estima que en México, para producir 40 mil millones de cigarros se gastan entre 109 mil y 205 mil millones de litros de agua y se producen alrededor de 20 mil y 29 mil toneladas de emisiones de CO2, contribuyendo al cambio climático.
Las colillas de tabaco son el residuo sólido más común; al año se desechan de manera inadecuada alrededor de 55 millones de estas. Los costos por la contaminación marina y su manejo ascienden a dos mil 755 millones de pesos anuales.
En el mundo son 84 millones de toneladas de bióxido de carbono que se emiten al medio ambiente por todos los procesos que involucra la industria del tabaco, lo que ha sumado al efecto invernadero con el aumento de temperaturas registrado en los últimos años.
Salud cerebral
El consumo excesivo de tabaco, una sustancia altamente adictiva, quizá es la adicción más importante que existe a nivel mundial, hace que el cuerpo envejezca entre 10 y 20 años más rápido.
Anamaría Rosales Vargas, geriatra con alta especialidad en envejecimiento cerebral, explicó que una persona que llega a los 30 años, de haber fumado desde los 20, físicamente puede tener de 10 a 20 años de envejecimiento acelerado.
El tabaquismo lo que hace es disminuir la cantidad de oxígeno que llega a muchas partes de nuestro cuerpo, entre ellas la piel. El principal reflejo del daño es un envejecimiento dermatológico más alto, hay arrugas, piel seca, dientes amarillos, mal aliento.
Publicidad cero
A partir de enero de este año, el reglamento de la Ley general para el control de tabaco en México prohibió exhibir cigarros en tiendas y todo punto de venta, así como la publicidad de los mismos.
Se estableció que la única forma en que se pueden vender es por medio de una lista textual con todos los disponibles junto con su precio, sin logotipos, sellos o marcas.
Esta reforma se suma a la publicada en febrero de 2022 por la que se prohibió la publicidad de productos de tabaco por cualquier canal, como radio, televisión, internet, redes sociales, correo postal y electrónico.
Sin embargo, en todo el país, restaurantes, bares y tiendas de autoservicios tramitaron amparos ante los tribunales para que pudieran seguir con la exhibición de cigarros, obteniendo en su mayoría un fallo a favor.
Vapeadores
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha señalado que los vapeadores fueron creados bajo el falso discurso de que sirven para dejar la adicción al tabaco; no obstante, tienen como único fin crear una adicción.
A través de la técnica de cromatografía, que se ocupa para separar, identificar y cuantificar las moléculas contenidas, se logró saber algunas sustancias que contienen los vapeadores, tales como: dimetil éter, sustancia inflamable utilizada para quemar verrugas; linalol, usado como insecticida; eugenol, el cual se emplea para matar peces en acuarios.
También, el alcohol bencílico, empleado en jabones, cremas y productos de limpieza. Sustancias como mentol, mismo que actúa directamente en los receptores de nicotina, facilitando su conexión con las células, lo que vuelve los productos más adictivos.