Envuelta en aceleradas transformaciones, pérdida de su arquitectura, de su entorno natural y de identidad, la ciudad de San Cristóbal de Las Casas cumple este viernes 31 de marzo 489 años de haber sido fundada por Diego de Mazariegos y los capitales Francisco Ortez de Velasco y Andrés de la Tovilla.
Para el cronista adjunto de la ciudad, Manuel Burguete Estrada, a partir del año 2000, San Cristóbal “empezó un cambio brusco totalmente y ha perdido mucha identidad. Es lo que me entristece como cronista porque ha dejado sus viejas costumbres y ha adoptado nuevos estilos de vida; es natural, es el pago por el futuro, por el avance, la tecnología, el modernismo y tanta gente que viene de otras localidades de la República, de otros países”.
En entrevista sostuvo que “ya no es la ciudad del siglo XX, pues y hace 17 años empezó el cambio brusco en las costumbres, tradiciones, en lo políticos, social y religioso”.
Sostuvo que “ahora empieza a haber una falta de identidad y lo que más me aflige es que los coletos ya no vienen al centro, sólo la gente de otros lados; como que los coletos se van replegando hacia afuera, hacia los barrios”.
Abundó: “Como ciudad turística ganamos porque el turismo deja mucho dinero pero perdemos lo mejor que son nuestras costumbres, nuestras tradiciones ya que vienen y nos imponen costumbres nuevas, estilos de vida diferentes. Hay un relajamiento moral también”.
De 81 años de edad, Burguete Estrada afirmó que a 11 años de que la ciudad cumpla medio milenio de fundada, la destrucción de sus edificios es cada vez mayor y “ya solo nos queda el centro histórico porque afuera de la ciudad hay estilos arquitectónicos muy aviesos, totalmente feos en su arquitectura, no hay arte, no hay nada”, dijo.
Además, continuó, “el centro ha sido modificado, hemos acabado con lo era San Cristóbal y ahora ya se perdió la oportunidad de que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) la declare algún día Patrimonio de la Humanidad.
”Eso ya es un sueño. Nos pueden decir que es ciudad mágica, creativa, de todo, pero Patrimonio de la Humanidad ya no. Eso hubiera sido en 1950, cuando la ciudad era pequeña y se conservaban todos los edificios en su estado original, pero ahora ya no. Es un sueño dorado que nunca se va a realizar”.
Para el también cronista Miguel Angel Muñoz Luna, de 31 años de edad, San Cristóbal “es una ciudad con una gran transformación y no tiene nada que ver con lo que Diego de Mazariegos pensó al fundarla. Es una ciudad con un crecimiento humano acelerado que conlleva la destrucción del ecosistema”.
Según su opinión, la transformación inició en 1973 y se aceleró en 1993. “En 1973, con la creación del túnel hubo una modificación del ecosistema y se le perdió el respeto al valle, crecieron los barrios, se amplió la carta urbana y empezaron a desparecer los humedales. De 1994 al 2000 vino el boom del zapatismo, y luego el crecimiento de 2000 a la fecha, con destrucción natural, crecimiento demográfico, lo que provoca falta más servicios”.
Señaló que “el período de transformación se ha limitado a los menos de 20 años; en dos décadas la ciudad cambió lo que no había cambiado en casi en 450 años”.
Uno de los problemas que Muñoz Luna observa es que “no conformamos en conjunto una comunidad, pues cada quien jala por su lado, trata de imponer sus ideas y estamos a favor de nada y en contra de todo”.
Además, “hace falta de orden público, político y social; existe un incremento religioso al por mayor, ya que somos la ciudad con el mayor número de religiones per cápita en el país”.
Afirmó que “en los últimos 30 años se ha destruido más del 60 por ciento de monumentos en el Centro Histórico. Es una ciudad que cada vez cuenta más con fachadas acartonadas, con interiores totalmente remodelados, sin respetar casi 500 años de historia”.
En su opinión, San Cristóbal “es una ciudad bastante alegre, pese a todas estas situaciones complejas que le acechan; es alegre, se respira paz y tranquilidad aún. Podríamos decir que es una como muchacha coqueta deseada por muchas personas para conquistarla, para vivir acá. No pierde su belleza de pequeña ciudad colonial. La ciudad mantiene la alegría pese a todo”.
“¿Qué es lo que más te gusta de San Cristóbal?”, se le preguntó.
“Lo que más me gusta es su comida, la gastronomía. Es una ciudad con mucha historia, sufrimiento y peregrinar”, respondió.
Su llamado fue a “cuidar la ciudad, vivir en armonía, cuidar los bosques y el agua, y sobre todo aprender a vivir en armonía con lo que nos rodea y que San Cristóbal cumpla otros 500 años”.
A Burguete Estrada, en cambio, lo que más le gusta de la ciudad en su “clima tibio, el mejor del Sureste. En enero le llamo la ‘Siberia del Sureste’ pero ahorita tiene el mejor del Sureste y lo otro que me gusta son sus callecitas retorcidas, empedradas, de bajadas y subidas como en El Cerrillo. La más hermosa iglesia no es Santo Domingo ni Catedral sino la de Santa lucía por el estilo neoclásico, que es puro, hermoso, y desde luego el Palacio Municipal.
”Las fiestas de los barrios nos animan el corazón y nos dan un nuevo empuje, entusiasmo y optimismo para seguir adelante”, expresó.
“¿Cómo ve a la ciudad a 489 años de su fundación?”, preguntó el reportero.
“Alegre y triste. La veo muy triste, parece que la tristeza nos invade a ratos y no es justo, pese a todo, es hermosa, no sé qué atrae el turismo europeo, suramericano, estadounidense que vienen y les encanta, es una ciudad mágica, milagrosa que ha crecido a fuerza, de sol, viento, lluvias, amarguras, guerras y sin embargo todo lo perdona y sigue viviendo y seguirá viviendo más intensamente pero ya con otras costumbres, algunas de las cuales ya no nos gustan, otras nos viene a sacar de viejos moldes que tampoco convienen”, dijo.
Expresó que cerca de cumplir 500 años, la ciudad tiene el reto de “armonizar el pasado con el futuro, que no se pierda identidad y avanzar. San Cristóbal tiene un pasado hermoso pero no vive de recuerdos, mira todos los días al futuro, crece. Sufre y a veces el sacrificio es que los indígenas la invaden para manifestar sus protestas de todo tipo. Es una ciudad mártir pero su signo es la cultura. Su destino es el sacrificio, el sufrimiento, pero su destino real es la cultura”.
Al igual que Muñoz Luna opinó que “hemos perdido unidad, no nos hemos reconciliado todavía los coletos y está difícil porque aparecen grupos por acá y por allá cuando deberíamos de estar unidos. Por la falta de unidad perdimos los poderes políticos, nos hemos visto envueltos en guerrillas, perdimos el arzobispado que era para esta diócesis que se erigió en 1539. Ese es un defecto que veo en mi pueblo que ya no quiere unirse, al contrario quiere dividirse”.
Ojalá, agregó, que en este Aniversario “los coletos reaccionemos y que a 11 años del año glorioso que se cumplan los 500 años que empiece una nueva etapa, pero San Cristóbal tiene que seguir progresando, ya pagó su deuda a futuro con la destrucción de su tesoro arquitectónico, sus monumentos son muy pocos, se están modificando”.
Con su exquisita gastronomía, su clima, sus barrios, sus fiestas, su arquitectura, sus andadores peatonales, San Cristóbal de Las Casas es una de las ciudades más visitadas en el país por turistas nacionales y extranjeros.