Septiembre es el mes más lluvioso a nivel nacional, así lo indican las cifras y la cantidad de precipitaciones que se han presentado. En Chiapas, un millón y medio de personas es vulnerable a sufrir algún daño en este mes. La fecha exacta del desastre fue el 2 de septiembre. Las lluvias no cesaron. La naturaleza, en 60 minutos, mostró toda su fuerza: arrasó con casas, animales, muebles; terminó con la vida de una persona.
A un año de las lluvias registradas en Tuxtla Gutiérrez, habitantes del barrio “San Francisco” recuerdan que jamás -en todos los años que llevan en la zona- se había registrado algo similar.
Daños
Para doña María Hilda Gómez Urbina, habitantes del lugar, el miedo sigue presente, cada lluvia recuerda la catástrofe del año pasado; la reconstrucción de la zona apenas registra un avance significativo. “Cada vez que llueve tenemos ese problema que donde quiera que estemos debemos llegar a la casa por el temor que existe; nos ponemos nerviosas”, narra.
Los negocios de todo el barrio, donde colonos calculan que viven en promedio 10 mil personas, apenas se están recuperando, las mañanas son soleadas y las noches tenebrosas cada que cielo envía la señal de una fuerte tromba. Aquel 2 de septiembre las autoridades estatales hicieron varios compromisos, pocos, muy pocos se han cumplido.
A cielo abierto está uno de los embovedados que colapsó hace un año, advierte del peligro inminente en el barrio San Francisco; de la vivienda que se construyó en el paso del arroyo sólo quedan los recuerdos. La noche fue larga, la lluvia incesante; 115 milímetros en 60 minutos bastaron para destrozar esa y otras zonas de Tuxtla Gutiérrez donde el Río Sabinal se desbordó.
Niños descalzos, madres desoladas y padres de familia incrédulos presenciaron -en repetidas ocasiones- el discurso de la máxima autoridad. Ese tarde hicieron presencia los titulares de las dependencias de Protección Civil, Comisión Nacional del Agua, de Obras Públicas y Comunicaciones, entre otras.
Antecedentes
En el año de 1990, el arroyo que cruza por el barrio se encontraba completamente embovedado y no representaba un riesgo para los habitantes; cuatro años después, se presentó una fuerte lluvia que trajo consigo un arrastre de piedras y provocó la caída de bardas y el colapso del embovedado; más tarde, se reforzó esa parte con muros de gavión.
Sin embargo, en 2016 una de las viviendas que fue edificada sobre el paso del agua fue destruida, lo que provocó no solo daño materiales incalculables, sino también la muerte de una persona.
Trabajos
El pasado 3 de mayo de este año, el titular de la Secretaría de Protección Civil, Luis Manuel García Moreno, dijo que se realizó una atención y evaluación oportuna a dicha emergencia. En tanto, la dependencia municipal a cargo de Elizabeth Hernández Borges, ha informado a través de sus cuentas oficiales de redes sociales que hay un trabajo permanente con 188 Comités de Prevención y Participación Ciudadana en la ciudad.
Además, hay un monitoreo automatizado de la cuenca del Sabinal que, a través de cámaras, se emite información en tiempo real de como se comportan los arroyos, para saber que en momento activar los protocolos.
Hernández Borges aseguró que sí se han hecho acciones de capacitación en en el barrio San Francisco y se han entregado equipos, porque se trata de una colonia vulnerable a las lluvias.
Explicó que han insistido a la Federación para que deposite 330 millones de pesos para reconstruir varias partes de Tuxtla Gutiérrez que resultaron afectadas en el mes de septiembre del año anterior.
“Por eso es importante que la población vea esta parte, que Estado, Federación y Municipio, a pesar de las condiciones de la falta del recurso de 2016, se ha atendido este 2017 por lo menos 29 puntos en la ciudad en márgenes de los arroyos”.
Explicó que ya se tienen identificadas a las colonias que pueden sufrir daños ante lluvias fuertes y también nueve puntos viales en la ciudad; por ello, la ciudadanía también debe colaborar con la autoridad, en el sentido de no tirar basura en cualquier lugar, seguir las recomendaciones y no cruzar zonas donde se forman corrientes.
El desbordamiento del arroyo San Roque provocó incertidumbre en los habitantes. Por mucho tiempo la falta de dinero fue una de las justificantes de las autoridades para no hacer nada en el barrio.
Gómez Urbina dijo que en un principio solicitaron la reparación de los muros de gavión que fueron derrumbados por las lluvias; hoy, estos trabajos llevan un avance significativo en el lugar y ha sido de beneficio para la población. “Agradecerle al gobierno federal, al gobierno estatal que nos han apoyado”, resaltó.
Los vecinos del lugar también se han organizado para limpiar las calles y colocar la basura en su lugar; de no hacerlo, esto también genera problemas de taponamiento de las alcantarillas.
Pide a las autoridades a que no olviden el barrio de San Francisco en las lluvias que se presentarán en el mes de septiembre, porque ahora, dice, están en medios de ríos.
Pendientes
El titular de la Secretaría de Obra Pública y Comunicaciones (SOPyC), Jorge Alberto Betancourt Esponda, reconoció que el proyecto que diseñaron en la dependencia estatal no se ha hecho en el barrio, porque no cuentan con recursos económicos para su implementación.
Aseguró que esperan el recurso del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para reanudar las actividades, porque se requieren de 60 millones de pesos; no obstante, justificó que lo ocurrido el año pasado es una corresponsabilidad de la autoridad pero también de la misma ciudadanía que construye en lugares inapropiados. Se esperaba una redirección del cauce, aunque no se hizo, solo se puso muros de protección.
Por su parte, Fernando Castellanos Cal y Mayor, presidente municipal en Tuxtla Gutiérrez, resaltó que ellos han generado limpieza a lo largo del río Sabinal ante la falta de recursos económicos por parte de la Federación. Entre las acciones, destacan el levantamiento de material pétreo y de basura.
“Lo único que nosotros hemos podido hacer (en San Francisco) es la contención con muros gavión para que no suceda una catástrofe adicional (…) es una obra que rebasa los 150 millones de pesos todo el embovedado”.
El funcionario municipal aseguró que este 2 de septiembre visitará la zona para hacer una llamado a las autoridades federales para que atienda lo que está pendiente en el lugar.
En el lugar que sufrió más afectación, fue colocado un letrero de obra: “Reposición emergente de bordos de protección con muros de gavión y zampeado, en el arroyo San Roque, en ambas márgenes, en el municipio de Tuxtla Gutiérrez, en el estado de Chiapas”.
Petición
Ahora lo único que piden los colonos es que se libere una avenida, porque se complica la salida de los automóviles en el lugar y se ha vuelto una zona donde de manera seguida pasan vehículos pesados.
Además, Joel Pereira Hernández, habitante desde hace 30 años en San Francisco, mencionó que es necesario que los representantes del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Smapa) atiendan el llamado porque hay una fuga de agua en el lugar y, a pesar que han enviado oficios, hasta el momento el vital líquido se sigue tirando.
Es así como los habitantes del barrio San Francisco han sobrevivido a la fuerza de la naturaleza; ahora están preparados y muchos ya han ubicado sus cosas de valor en sitios donde el agua no afecte con tanta potencia, aunque siguen esperando todos los proyectos que prometieron las autoridades, principalmente el que contempla