San Isidro Labrador, el santo que “hace llover”

San Isidro Labrador, el santo que “hace llover”

Conocido como el patrono de los campesinos, San Isidro Labrador es venerado especialmente en comunidades rurales, pero en la Iglesia de San Isidro, ubicada al oriente de Tuxtla Gutiérrez, su figura trasciende las labores del campo: representa la esperanza, la fe heredada por generaciones y el deseo de que, aunque el cielo esté seco, “San Isidro lo hará llover”.

Cada 15 de mayo, en la colonia Azhar de Tuxtla Gutiérrez, la fe se mezcla con la tierra mojada y el cielo nublado. Feligreses celebran a este santo, el patrono del campo, a quien piden lluvia, cosecha y esperanza.

Según la tradición oral, San Isidro fue un campesino madrileño del siglo XI que dedicaba su vida al trabajo y la oración.

Se le atribuyen múltiples milagros, como el de que ángeles araban la tierra mientras él rezaba, o que brotó agua de una roca para saciar la sed de su amo. Pero en Chiapas, lo mas recordado es su don para atraer la lluvia.

Tradición

En esta fecha, decenas de feligreses se congregan con flores y veladoras para agradecer y pedirle a San Isidro Labrador un año más de lluvia, cosechas y milagros sencillos.

María Antonieta López, feligresa de esta parroquia habló acerca de las creencias que se tiene sobre esta fecha.

“Dicen los abuelos que el día de su fiesta siempre llueve, aunque no haya pronóstico, y sí no llueve ese día, es porque algo no está bien, porque él siempre nos cumple”, comentó.

Asimismo, explicó sobre la historia que acompaña a este santo y por lo que es tan venerado.

“Su único trabajo era cultivar tierras ajenas como un jornalero más. Fue un campesino muy pobre que se ganaba el pan con el sudor de su frente”, agregó.

Actividades

Por otro lado Joaquín Ramos Arévalo, feligrés también de la parroquia, mencionó las actividades que se realizan en la Iglesia, durante la celebración.

“Todos los años, se hace una misa especial, seguida de procesiones donde la imagen del santo es paseada por las calles, adornada con espigas de maíz, semillas, flores y banderines de papel, también se lanzan cuetes. Se hace una venta (…) de antojitos, es un evento familiar que se celebra con mucha alegría”.

Finalmente, Ramos Arévalo mencionó las peticiones que le hacen a San Isidro en su día.

“Es un santo que no hizo grandes discursos, sino grandes actos de amor a Dios y a la tierra, aunque no tenemos cultivos, en Tuxtla más que nada le pedimos que llueva, la temporada de calor cada vez es más fuerte en estos meses y le pedimos el milagro de una lluvia refrescante”, concluyó.