Sangre de Cristo, imagen con 150 años de antigüedad

En el barrio Las Canoitas, en Tuxtla Gutiérrez, la familia Chacón Jiménez conserva una festividad de orígenes zoques durante la Semana Santa, en honor a la imagen Sangre de Cristo, una de las más antiguas que existen en la ciudad y que ha pasado de generación en generación desde hace al menos 150 años.

El Cristo ha pertenecido a la familia desde siempre, incluso, cuentan que fue escondida hace varias décadas, quizá por los años 50 o 60, cuando un gobernante que profesaba una religión diferente a la católica dio la orden de quemar a todos los santos, los más representativos.

De acuerdo a don Jesús Chacón, fue así que este y otros como San Pascualito fueron escondidos por algunas familias a fin de que no fueran quemados o destruidos, lo que afortunadamente para ellos se logró, esto hace todavía más importante el significado para sus dueños, es parte de su historia, fe y religión.

Semana Santa

Desde el jueves santo inicia la festividad. Por ser días de luto el Cristo se cubre con una manta especial. Los hombres de la familia se encargan de elaboran los somes o enrames con hoja de coyol y otras especies para hacer un gran altar, también con flor de mayo hacen ensartas para adornar.

Desde muy temprano parten para recolectar la flor, que días antes piden permiso para cortarla, cada año en lugares diferentes para dar pie a que los árboles vuelvan a florecer. Las mujeres, por su parte, se encargan de elaborar los alimentos, todo tradicional, respetando siempre la vigilia.

En el desayuno se sirve el conocido caldo de chuti o caracol, al mediodía el pozol con dulce de panela, y para la comida se prepara mole de camarón con arroz. Toda la familia se reúne para esta tradicional festividad, que sin falta se debe realizar cada año en Semana Santa.

El altar debe permanecer los cuatro días principales de la semana, el viernes se cambia la ensarta de flor y llegan los integrantes de la familia únicamente, aunque cualquier persona puede visitar. Mientras que el domingo es el día que se levanta y limpia todo, a la espera del siguiente año.

Cuenta don Jesús, el jefe de la familia, que al finalizar, el domingo de pascua, el Cristo debe ser bajado de su camarín para ser cambiado de ropa, lo que es todo un ritual que debe hacerse con mucho cuidado y respeto, cuyos encargados son los hombres mayores de familia.

Aprovechó para mencionar que hace muchos años el lugar que guarda la imagen, de aproximadamente un metro y medio de altura, era una ermita, visitada por mucha gente; hoy día quienes lo deseen todavía pueden visitarlo.