Se asientan Judíos en Unión Juárez

En el poblado de Unión Juárez, fronterizo con Guatemala, se han asentado más de 40 familias de extranjeros que practican la religión judía ortodoxa, y por su forma de vestir han causado temor entre la población local, aunque ellos se muestran respetuosos de todos y aclaran “no somos terroristas”.

Ingresaron al país de forma legal, con un permiso autorizado por el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Secretaría de Gobernación por un plazo de 180 días (seis meses), ubicándose todos en un hotel y casas cercanas, dedicados generalmente a los estudios de la Biblia en su Antiguo Testamento, y no hacen vida social con los habitantes locales, pero están abiertos a recibir a cualquier persona que quiera saber de ellos.

Llegaron de Guatemala hace tres semanas, al haber sido víctimas de xenofobia, intolerancia religiosa y discriminación por su vestimenta y aspecto, al ser los adultos barbados, y por ello, expulsados de la aldea San Juan La Laguna, en el Departamento de Sololá, instalándose en Unión Juárez, explicó el rabino Uriel Goldman.

Entrevista

En entrevista con medios de comunicación, aclaró que si bien el permiso otorgado por las autoridades federales mexicanas es por un plazo de 180 días, podrían tardar en la zona entre dos y tres meses, pero también “si nos gusta el lugar nos podemos quedar, adquirir alguna finca e impulsar proyectos productivos y económicos”.

Reconoce que son diferentes y que su vestimenta es para conservar su cultura y tradiciones, pero nunca buscan generar conflictos y tampoco son terroristas.

“Quien guste se puede acercar y preguntar. Nosotros tenemos las puertas y existe mucho respeto hacia la población que nos recibe, así como para todas las religiones”, comentó.

Sustentables

En Guatemala cuentan con una finca de 300 hectáreas en donde cultivan mango, café y otros frutales, así también tienen la imprenta más grande y moderna de Centroamérica, con la cual se imprimen libros de todo el mundo, y de ahí obtienen los recursos para su sostenimiento.

Lamentó la discriminación y abuso que sufrieron en el país centroamericano y esperan que en México no ocurra eso. “Si hay malos entendidos los estamos aclarando. Queremos traer beneficios a Chiapas, en comercio, trabajo y oportunidad del conocimiento”, dijo.

Aclaró que su misión evangelizadora no se hace en las calles y tampoco quieren influir entre la población. “Si alguien se une a nosotros es por voluntad propia. Nuestra relación con otras religiones es de respeto”, mencionó.

Entre el grupo conformado por hombres, mujeres y niños, se encuentran ciudadanos originarios de Estados Unidos, Canadá, Israel, Inglaterra y Alemania, entre otros, que hasta el momento están “muy felices en México”.