Liliana Cuesta Jiménez, psicóloga clínica de la Dirección de Salud Mental y Adicciones, indicó que la Secretaría de Salud realiza un trabajo integral para combatir el alcoholismo junto con Alcohólicos Anónimos, enfocados en salvar vidas, para un adecuado desarrollo de niños, adolescentes, jóvenes y adultos, tanto hombres como mujeres.
Trabajan en alianza para generar estrategias de sensibilización, involucrando a diversos sectores como los medios de comunicación, que son parte fundamental del mensaje que se envía a las personas para identificar las etapas de la enfermedad, cómo ayudar, dar opciones de a dónde acudir.
“Hay un trabajo coordinado con Alcohólicos Anónimos, que cuenta con muchos grupos en varios municipios que manejan todo un abordaje para superar la enfermedad, lo que suma a los programas de tratamiento de intervención especiales, con especialistas certificados, de la Secretaría de Salud”.
Trabajan con toda la familia en grupos de ayuda mutua con diversos temas, es decir, hay un abordaje integral para la enfermedad. Se promueve la unión y apoyo familiar para el paciente, para que tenga el control de su adicción.
Detalló que el alcoholismo es un problema de salud desde hace varios años, se trata de una enfermedad que puede afectar a cualquier persona por diversos factores. Afortunadamente hoy día se tiene mayor información al respecto, ya que anteriormente se catalogaba como un vicio.
Con el tiempo se comprendió que se trata de una enfermedad que requiere de tratamiento y atención para poder superarla, tanto para la persona que lo padece como para los familiares.
Enfatizó que el alcoholismo si bien lo padece una sola persona, tiene un impacto negativo en toda la familia, sobre todo cuando se vuelve crónico.
El alcoholismo puede comenzar por diversos factores a cualquier edad, incluso desde edad escolar, comenzando bajo la visión de solo experimentar por lo general a escondidas, aunque en algunos casos los padres dan a sus hijos a probar.
El consumo experimental puede convertirse en un uso frecuente, lo que salta a un abuso, etapa donde se instaura la dependencia y propiamente el alcoholismo. Existen fases, ya que no toda persona que consume alcohol es dependiente.