Ayer 13 de mayo se cumplieron cinco años del hallazgo de la pirámide más grande que la del Sol en Teotihuacán, ubicada en el Estado de México. Se trata de la estructura de 74 metros de altura, explorada en el 2010 por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la acrópolis de Toniná, Chiapas.
La pirámide incrustada en la parte norte de la acrópolis de Toniná tiene más de mil 700 años de antigüedad, estructura que había sido explorada dos años antes de su corroboración como la edificación más grande de Mesoamérica, solo comparable con otras del área maya ubicadas en Tikal y El Mirador, en Guatemala.
Toniná
El descubrimiento, según documentos históricos del INAH, fue mediante un mapa tridimensional donde se pudo ubicar a esta pirámide en la parte noroeste del sitio arqueológico de Toniná. Este instrumento fue elaborado de manera conjunta entre los directores del proyecto arqueológico en ese entonces y por un grupo de estudiantes en arqueología y posgrado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
En ese mapa virtual quedaron registradas las estructuras del sector noroeste de Toniná, sus dimensiones y su interconexión mediante calzadas artificiales y fue un registro que surgió durante los trabajos de consolidación y restauración que se efectuaban en ese año en esa área de la acrópolis.
Dentro de sus características, la estructura prehispánica cuenta con siete plataformas, espacios que en esa época fueron utilizados para palacios, templos, unidades habitacionales y administrativas. Es decir, la pirámide fue única casa para diversas funciones dentro de la estructura social, política, económica y religiosa, que según datos del INAH, no se repite en ninguna otra zona arqueológica del mundo maya.
De acuerdo con la investigación que se realizó en esa zona arqueológica, la pirámide fue construida en casi 90 por ciento por arquitectos prehispánicos. Además se destacó que Toniná tiene sus pirámides conectadas por medio de calzadas localizadas en lo alto de las elevaciones aledañas.
Actualmente, según el INAH, Toniná tiene una gran importancia cultural al ubicarse en el extremo occidental del área maya, en una de las partas más altas del valle de Ocosingo.
Ya en la acrópolis de Toniná, la escalinata central cuenta con 260 escalones que atraviesa las siete plataformas y los 13 templos en la cúspide, además de la pirámide de 74 metros de altura, más grande que la del Sol en Teotihuacán.