Se debe fortalecer más el monitoreo vulcanológico

Es importante que las instituciones locales y las universidades se involucren en la gestión de riesgos de desastres, que se formen grupos de investigación con estos enfoques, ante la necesidad de formar capital humano y hacer investigación, porque los actores locales son los primeros que deben de trabajar la reacción desde lo científico y técnico.

Lo anterior, lo manifestó Silvia Ramos Hernández, coordinadora del Centro de Monitoreo Vulcanológico Sismológico del Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático, durante el foro virtual “40 años de la erupción del Volcán Chichón, reflexiones”.

Manifestó que cuando ocurrió la erupción del volcán no había la capacidad de poder hacerle frente con un diagnóstico, porque no se tenía un consejo científico-técnico que investigara, por lo que no había la capacidad para analizar toda la información al respecto, por lo que devino el suceso catastrófico.

Para comprender el riesgo de desastre se deben incorporar los conocimientos sobre los riesgos en la educación académica y no académica, en la educación cívica a todos los niveles y en la formación profesional. Promover y mejorar el diálogo y la cooperación entre las comunidades científicas y tecnológicas.

Enfatizó que es necesario que se formen recursos humanos en geociencias para que el estado cuente con una infraestructura en técnicos y científicos especializados, con el fin de conformar profesionales para un observatorio vulcanológico chiapaneco, alrededor del Tacaná, el Chichón y otros puntos estratégicos.

Refirió que en el 2004 se creó el Centro de Monitoreo Vulcanológico en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), mediante un convenio de colaboración con la Secretaría de Seguridad Pública y el Centro Nacional de Prevención de Desastres.

A partir de entonces se creó una red de tres estaciones sísmicas, un esfuerzo que ha costado mucho trabajo. Con lo que se ha logrado realizar el monitoreo geoquímico, con la toma de muestras de los cráteres de los volcanes.

Recordó que el primer simulacro del volcán Chichón se realizó en el 2010, con un ejercicio de evacuación, enfocados en que sigue activo y se debe tener la prevención necesaria para evitar desastres de gran magnitud. También se comenzaron a realizar talleres de capacitación en comunidades aledañas.

Mencionó que un avance importante fue también el atlas de la región del volcán Chichón, en un trabajo coordinado entre el Instituto de Geología de la UNAM y el Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos de la Unicach. Por primera vez se dio cuenta de los principales rasgos geológicos y ambientales de la zona, para un aspecto de planificación en el presente y a futuro.

“Chiapas tiene retos y desafíos muy grandes, porque necesitamos estimular más la investigación, muchos más estudiantes formándose en estos campos, porque necesitamos formar capital humano; pero se requiere también de recursos en las instituciones y universidades para fortalecer el monitoreo volcánico”, finalizó.