Se desconoce calidad de aguas subterráneas

La Unesco y la ONU declararon al 2022 como el “año del agua subterránea” para poder enfocar la atención de los especialistas a estudiar los mantos acuíferos, como opciones de abastecimiento, ya que las poblaciones buscan más, pero se desconoce totalmente en qué zonas existen aguas subterráneas.

De acuerdo con Gloria Espíritu Tlatempa, investigadora de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), en los acuíferos se pretende lograr un mejor abastecimiento, como también saneamiento, ya que mucha gente tiene pozos en sus casas, pero no tiene drenaje y no sabe de qué forma se está perjudicando al agua, o si puede estar fungiendo como una fuente de enfermedades.

Para construir un pozo se debe recurrir a una asesoría especializada para que se realice un dictamen, ya que se puede tener agua en cantidad, pero no en calidad. Se deben hacer los estudios correspondientes para confirmar que el agua es factible para el consumo humano.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) tiene programas establecidos sobre el monitoreo de la calidad del agua; por ejemplo, para las zonas de playa, pero falta incidir en aguas arriba y también en zonas con rellenos sanitarios, desconociéndose si los lixiviados se están filtrando al subsuelo.

Mientras que en las zonas costeras no solamente se trata de evaluar la contaminación de los suelos por una cuestión de agroquímicos, sino también porque cada vez que se quieren abastecer más de agua, hay una intrusión salina en los pozos y, por lo tanto, esa agua ya no es potable. En las zonas agrícolas también se requiere monitorear el agua.

Hay diferentes aspectos que abonan a la contaminación de los cuerpos de agua superficiales que viajan al subsuelo, desde el arrastre de agroquímicos, basureros clandestinos, personas en comunidades que lavan en ríos y utilizan detergentes.

Sobre las obras civiles, mencionó que se piensan para no darles mantenimiento de forma periódica debido a los costos que implica, lo que genera un aumento de sedimentación en las cuencas de aguas abajo. Por lo tanto, los cuerpos de agua en las partes bajas de las zonas están azolvados y contaminados, de lo cual gran parte pasa a aguas subterráneas.

La representante en el sur de la Asociación Geohidrológica Mexicana y presidenta de la Asociación Mexicana de Hidráulica, comentó que en los estados del norte del país ya se cuenta con este tipo de información, la mayoría de los especialistas enfocados a la geohidrología se encuentra en esta región, debido a que en territorios como nuestro estado hay más certidumbre en la disponibilidad de agua superficial, pero se desconoce totalmente sobre la subterránea.

Pero en los últimos años las políticas se han orientado a visibilizar el agua subterránea en todas las zonas, debido a los problemas que se presentan en la distribución, debido a lluvias intensas que dificultan el abastecer a las poblaciones, motivo por el que ya se piensa en otras opciones.