El movimiento de pobladores de Altamirano que desde hace una semana mantiene retenido al exalcalde Roberto Pinto Kánter, esposo de la presidenta municipal Gabriela Roque Tipacamú, se deslindó del grupo armado que apareció el jueves.
“Nos agarró de sorpresa y nos obligó a reunirnos para analizar la situación sobre qué está pasando, porque no conocemos quiénes son ni dónde están”, dijo Gabriel Montoya Oseguera, uno de los integrantes de la comisión de 10 personas conformada la semana pasada para encabezar las eventuales reuniones de diálogo con las autoridades estatales.
En entrevista telefónica, señaló que “la cuestión es que estamos cuidando esa parte; ellos han manifestado (el respaldo), pero que haya un acercamiento directo con el movimiento, no. No se han acercado a dialogar ni nada”.
¿No se sabe cómo y de dónde surgió?
-Esa es la duda que tenemos nosotros, que no vaya a ser que sea un grupo pagado y traiga otras consecuencias.
-¿Existe la posibilidad de que sea pagado?
-Pues en esas zonas… imagínense; recuérdese en qué corredor estamos ubicados.
-¿Se deslinda el movimiento, entonces?
-No tenemos conocimiento de su origen, dónde está ni quiénes son; no nos interesa tanto quiénes son, pero sí su origen.
-Aparentemente es un grupo afín a su movimiento.
-Sí, analizamos el discurso, que están en respaldo, pero no sabemos cómo, dónde. Ellos deben de tener su logística también.
El movimiento de pobladores de Altamirano mantiene cerrados los accesos a la cabecera desde el 29 de septiembre y sólo permite el paso cada seis horas.
Además, el 30 de ese mes retuvo al entonces alcalde Pinto Kánter (su responsabilidad concluyó ese día a las 00:00 horas), quien se encuentra en la cárcel del ejido, con el fin de exigir la conformación de un Concejo Municipal y que él y su esposa, la actual presidenta municipal, salgan del municipio.