Se multiplica ayuda a mexicanos desplazados
Habitantes se unificaron para alimentar a los mexicanos que cruzaron a Guatemala. Juan Orel/CP

Cientos de personas originarias del municipio de Amatenango de la Frontera que cruzaron la línea divisoria por temor a los enfrentamientos entre grupos de la zona permanecen refugiados en Cuilco, Guatemala, donde reciben atención médica y atención migratoria.

Además de habitantes que se han solidarizado con la situación de los chiapanecos, en las labores participan el gobierno de Guatemala y el Ejército, el cual ha blindado la zona.

El cruce

Desde el pasado lunes, cientos de pobladores de los barrios San José, México Nuevo, Vado Real, Nogales, El Caracol, entre otros, que pertenecen al municipio de Amatenango de la Frontera, huyeron hacia Guatemala para resguardarse del choque de grupos en la zona.

Los desplazados por la violencia caminaron alrededor de cuatro horas hacia territorio guatemalteco, en donde habitantes de al menos cinco caseríos y aldeas que pertenecen a la municipalidad de Cuilco, Huehuetenango, les brindaron un refugio temporal y demostraron su solidaridad.

Aunque se habla de 330 personas desplazadas en primera instancia, el número podría aumentar, ya que de acuerdo con autoridades locales, muchas personas no han llegado a registrarse y prefieren quedarse en casas de familiares y amigos.

Algunos se ubicaron en las aldeas El Oaxaqueño, La Soledad, Monte Rico, Laguna Frontera, Plan de las Vigas y Ampliación Nueva Reforma.

Algunos chiapanecos siguen llegando a territorio guatemalteco, por la rivera del rio Grijalva, hacia las aldeas de Canibal y Unión Frontera, donde reciben alimentos, atención médica y psicológica.

Desde su llegada, los desplazados fueron bien recibidos por los guatemaltecos, quienes les brindaron alimentos, un lugar donde dormir y desde el día viernes, les brindaron ropa, ya que muchos solo salieron con lo que llevaban puesto.

La Cruz Roja Mexicana brindó atención médica y psicológica, y personal de Migración de ese país otorgará un pase de permanencia por razones humanitarias a un grupo inicial de 330 personas.

Aseguran la frontera

Debido a esta situación, el ejército de Guatemala cerró la frontera y levantó un muro de piedra sobre caminos de extravío que comunica a comunidades de ambos países e implementó un operativo denominado “cinturón de fuego”, garantizando con ello la seguridad de sus ciudadanos, así como de las personas refugiadas.

Autoridades

En un informe por escrito de la Secretaría de Relaciones Exteriores se informó por aparte que los gobiernos de México y Guatemala entrevistan a las personas mexicanas que se desplazaron a territorio guatemalteco, para ofrecerles asistencia humanitaria y consular, así como posibilidades de retornos voluntarios en condiciones de dignidad y seguridad.

En apego al derecho internacional, los mexicanos que expresamente manifiesten su decisión de retornar tendrán el apoyo consular correspondiente de las instituciones competentes de México y Guatemala para un retorno ordenado y seguro, dice.

Las autoridades se coordinarán con las oficinas ubicadas en Guatemala de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en la ejecución de las acciones bajo su facultad, se agrega.

“Ambos países se han comprometido a ofrecer asistencia, alimentación y apoyo a las personas, para garantizar una estancia adecuada en Guatemala”, se señala.