En Chiapas existe una demanda de atención a la salud mental, pero los servicios no son los mejores y los tiempos de espera pueden extenderse de uno a dos meses, explicó el psicoanalista Erwin López Ríos.
Durante una entrevista, el especialista explicó que si bien se ha difundido más la idea de que es bueno expresar nuestros problemas emocionales, en la entidad persiste esa resistencia de la palabra y de su poder para sanar.
“Hemos desechado el poder que las palabras tienen para sanar. Antes de reconocer ese poder necesitamos reconocer también que las palabras nos afectan, y que a veces estamos enfermos de ellas”, declaró López Ríos.
Explicó que, aunque la mayoría de quienes buscan ayuda son adultos, se ha observado un aumento en adolescentes o en padres preocupados por ellos, debido a problemáticas vinculadas a adicciones, anorexia o bulimia.
El psicoanalista destacó la insuficiencia de la atención en instituciones públicas y puso como ejemplo las escuelas de nivel medio superior, donde puede haber solo un orientador psicológico para cientos de alumnos, y no necesariamente está preparado para la atención clínica.
“Ahí ya tenemos una falta de servicio de por parte del Estado, en las escuelas se presentan problemas que pueden ser tomados como escolares, pero también son de orden personal o clínico, como el bullying o el cutting”, afirmó.
Respecto al regreso a clases, López Ríos comentó que para algunas familias, la escuela puede representar un alivio ante las dificultades de convivencia que se presentan en el hogar durante periodos vacacionales.