“Queremos que los directores que ya fueron evaluados entren a sus escuelas y las atiendan en forma”, destacó el director de educación media de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado, Rafael Ovilla Álvarez, quien denunció el desconocimiento de directivos por parte de un grupo no institucionalista que mantiene secuestradas las instalaciones de las Preparatorias 2 y 3 de Tapachula.
A pesar de los nombramientos oficiales por parte de la secretaria de Educación Pública de Chiapas, Rosa Aidé Dominguez Ochoa, y ratificados por el gobernador del estado tras las convocatorias de 2021, donde se ofrecieron mediante evaluaciones las direcciones de escuelas bajo la normatividad de la reforma educativa del 2019, sin embargo, hubo quienes no estuvieron de acuerdo con esta determinación.
Este desconocimiento por parte de las autoridades generó la creación de dos grupos, el “institucional”, el cual acepta a los nuevos directivos; y el “no institucional”, que se opone a su ingreso en los centros de estudios de nivel medio superior.
Ovilla Álvarez destacó que cuando se elige un nuevo director se tiene que hacer un proceso de entrega, los cuales no se llevaron a cabo, en parte porque los “no institucionalistas” crearon otro comité de padres de familia, quien dijo que “no lo tenemos reconocido”, limita las responsabilidades y frena el aspecto económico, pues las cuentas del banco están congeladas.
“La Preparatoria 3 se está viniendo abajo”, arremetió, ya que aparte de la falta de acceso, se le adhiere la fusión de grupos por baja matrícula y “eso nos está preocupando, por eso queremos que entren nuestros directores ya evaluados a través de la normatividad”.
Además, dijo que ya se planteó dejar un director hasta el 31 de julio, debido a que la nueva convocatoria que salió para el 2022-2023 se encuentra en proceso.
También arremetió en contra del presidente de padres de familia, Humberto Ruiz, quien sostuvo que desde “hace tres, cuatro o cinco años tiene secuestrada la institución, y cuando llegamos para tener un acercamiento con los directores, nos impide el acceso a la institución y eso nos provoca un conflicto entre los padres de familia”.
Invitó a los padres de familia a que “realmente investiguen cuál es la problemática interior; queremos que los padres de familia tomen una decisión de quién los va a representar”.
Sin embargo, dijo que eso no los capacita para que ellos sean los directivos de la institución, sino una compañía para el bien de las instalaciones y del alumnado.
Debido a estos conflictos, los efectos colaterales han afectado el proceso de las becas de los alumnos y la documentación de quienes están por egresar, “no les vamos a fallar, les vamos a entregar sus documentos, pero necesitamos registrar los resultados de calificación”.