En la última década muchas mujeres priorizan su desarrollo profesional durante la etapa más fértil de su vida, lo que ha derivado en un cambio en los patrones de maternidad.
En muchos casos deciden postergar la búsqueda de un embarazo hasta cerca de la cuarta década de vida.
Especialista
María de Lourdes Flores Islas, especialista en Biología de la Reproducción Humana, comentó que preservar la fertilidad es una alternativa médica que permite congelar óvulos o embriones, según el caso, durante los años de mayor capacidad reproductiva.
Esta opción abre la posibilidad de planificar la maternidad con libertad, sin que el tiempo biológico determine el cuándo. Dijo que son comunes los casos en consulta cuando la reserva ovárica ya es baja y se sorprenden al descubrir que su fertilidad se ha visto afectada.
Congelar óvulos no es una garantía de embarazo, pero sí mejora el pronóstico frente a intentos en etapas más avanzadas. Por ello, los especialistas insisten en que esta decisión debe verse como parte de la prevención, no como una reacción de último momento.
El procedimiento se basa en una evaluación clínica de la reserva ovárica, que se realiza con estudios como el de la hormona antimülleriana (AMH) y el recuento de folículos antrales; la información ayuda a tomar decisiones preventivas antes de que la calidad ovocitaria disminuya de forma significativa.
“Tomar decisiones con información y a tiempo reduce la ansiedad que genera la incertidumbre. Saber que hay una alternativa brinda calma y permite enfocarse en otras etapas sin temor a haber dejado pasar la oportunidad.”
La ginecóloga integrante del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia (Comego), indicó que muchas mujeres llegan a consulta con el deseo de formar una familia, pero enfrentan diagnósticos más complejos por el paso del tiempo.