Sergio Gamboa Sánchez, un científico chiapaneco

Por su contribución a la ciencia, la tecnología y la innovación, en días recientes, el científico chiapaneco, Sergio Alberto Gamboa Sánchez, recibió la distinción Honoris Causa otorgada por el Centro de Investigación y Estudios Sociales, Económicos y de Mercados del Sector Privado A.C (Siecem).

El laureado personaje es egresado del Tecnológico Nacional de México, Campus Tuxtla; sus investigaciones son tan importantes que incluso tienen aplicaciones en proyectos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, (Nasa, por sus siglas en inglés).

Actividades

Realizó estudios de maestría y doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el área de energía solar y ciencias químicas.

Es investigador nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y Evaluador Nacional de proyectos de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en materia de fuentes renovables de energía.

Actualmente es investigador titular B, de tiempo completo, en el Instituto de Energías Renovables (IER) de la UNAM, en Temixco, Morelos.

Linea de investigación

Su principal línea de investigación es el desarrollo de nuevos materiales para el aprovechamiento de las fuentes renovables en la generación y almacenamiento de energía.

Comparte que actualmente trabaja en el desarrollo de materiales que permiten convertir el dióxido de carbono en la atmósfera en combustibles, de tal forma que todo lo que está contaminando y provoca calores extremos y cambio climático pueda ser aprovechado como un área favorable y convertirlo en metano.

“De tal manera que ya no necesitaríamos ir a la gasolinería, sino simplemente capturar el dióxido de carbono del ambiente y convertirlo en un combustible”, explica.

Uno de sus trabajos de investigación está relacionado con el planeta Marte, ya que este es un lugar rico en dióxido de carbono y lo que se busca es cómo aprovecharlo por medio de una estrategia que requiera la mínima energía y de esta manera convertirlo en azúcar (dextrosa), como en metano, para que el ser humano pueda vivir con este carbohidrato y combustible.