Sherlyn, una menor de edad que llegó con un dolor abdominal al Hospital de Especialidades Pediátricas (HEP) en Tuxtla Gutiérrez, hace seis años fue diagnosticada de tener un tumor mixto de ovario izquierdo (un tipo de cáncer), sin embargo, la intervención de los especialistas fue fundamental para que este martes tocara la campana que indica que venció este padecimiento.
Berenice Noriega Acuña, jefa de Servicios Clínicos del HEP, relató que después de la realización de ciertos estudios y tomografías, la paciente fue abordada con una cirugía y un tratamiento de seis meses, con una reacción que fue favorable.
La menor estuvo bajo vigilancia durante cinco años, tiempo que utilizan los especialistas para confirmar que el cáncer no regresará. Por lo que ahora Sherlyn podrá realizar sus actividades cotidianas, ya que fue curada del cáncer, y con ello sus familiares pueden sentirse tranquilos de que el padecimiento se ha ido.
Lo que ha logrado la menor, con el apoyo de sus seres queridos y de todo el equipo multidisciplinario que la atendió, no es algo menor si se toma en cuenta que el cáncer en Chiapas es una de las principales patologías que sufre la población, y que el tumor de ovario se ubica en la sexta posición. Cuando los infantes llegan en una etapa temprana, pueden recuperarse.
A diferencia de los adultos, donde se pueden identificar los factores de riesgo previo a que el cáncer se desarrolle, en el área de Pediatría no existen las causas que generan los tumores, aunque existen medicinas que pueden combatir la enfermedad.
En el caso de Sherlyn, presentó dolor abdominal (que es un síntoma general) y se reflejó en el incremento del tumor canceroso. Esmeralda Lizeth Hernández Pérez, madre de la menor, en un principio no recibió muchas esperanzas con el ginecólogo que atendió a su hija; le dijeron que podía morir si la atención no era inmediata.
“Cuando venimos acá nos dijeron que la nena estaba en la etapa de que si no la operaban, podía morir. Nos brindaron el apoyo los doctores, le agradezco mucho a la doctora Noriega que fue muy amable, muy buena con nosotros”.
Después de seis años de seguimiento, hoy agradece a Dios que Sherlyn está con vida y sana; atrás quedaron las tremendas horas de angustia, siendo que todas las esperanzas se depositaron en las quimioterapias que recibió en seis ocasiones de forma mensual y con excelentes resultados.
“¡Me siento feliz, estoy muy contenta!”, fueron parte de las palabras que soltó Hernández Pérez después de recibir la noticia de que la niña se encontraba en perfecto estado de salud y que el tumor fue exitosamente eliminado. ¡Muchas felicidades, Sherlyn!