Sin desaparecer desconfianza hacia partidos y políticos

A menos de dos meses de que se lleven a cabo las elecciones en Chiapas, mismas que implican la renovación de las diputaciones federales, locales y las presidencias municipales, Anastasio Ramos Castillo, presbítero de la Diócesis de Tapachula, consideró que aún persiste la desconfianza de la ciudadanía hacia los partidos y los políticos, esto debido al “jaloneo” que hay entre los aspirantes a los cargos de elección popular y por las condiciones de desi-gualdad que aún mantienen algunas zonas del país.

De hecho, remarcó que aunque en el 2018 la población (que reflejó un hartazgo del pasado régimen) votó por un cambio real, en la actualidad la realidad social en las entidades federativas no han cambiado de forma positiva, a pesar que así lo prometieron los integrantes del mismo Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

En ese sentido, el también asesor moral de Organizaciones Sociales Productivas y con 39 años de actividades religiosas, comentó que la pobreza aún se puede palpar en algunas regiones de la entidad y es difícil que el panorama cambie si los políticos usan el poder sólo para subsistir.

Ramos Castillo, quien está en plan de jubilación, consideró que en estos momentos existe una gran inconformidad en la ciudadanía que ha buscado participar en la Cuarta Transformación de México, pero que es desplazada de esos espacios.

“Los mismos morenistas se alinearon por ser de izquierda; ahora, al hacerlos a un lado, ha suscitado una situación de inconformidad”, dicha situación, opinó, podría arrastrar otro problema social no sólo en el estado, sino también en el país.

Si el Gobierno Federal presume que está para servir a los pobres, enfatizó, tiene que trabajar para corregir la situación de injusticia que han vivido las comunidades, debido a que en estos momentos impera “mafia del poder” que tanto se criticó.

“Entre ellos se están repartiendo el botín de los municipios, de las regiones; no se están resolviendo las necesidades”, complementó el religioso. El presbítero de la Diócesis de Tapachula remarcó que los gobiernos tienen la obligación de atender todas las demandas que están vigentes en los pueblos.

“¡Qué no tienen visión de la inestabilidad que hay, de la desigualdad y tantas injusticias; qué no les toca el cerebro y el corazón (…), el pueblo necesita que se componga la situación del país, desde el sur hasta el norte!”, reclamó a los políticos.