Sin regulación la actividad minera en Chiapas

Segunda de dos partes - El investigador del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Miguel Ángel Vázquez Sánchez, afirmó que los efectos de la explotación de bancos de arena y grava en San Cristóbal de Las Casas “han provocado que su conformación geológica quede expuesta, ocasionando procesos graves de erosión”.

Agregó que además, “algunas de las áreas aledañas a los bancos de arena han sido ocupadas por asentamientos humanos irregulares en zonas de alto riesgo, debido a que colindan con taludes de altura e inestabilidad considerable, consecuencia de los cortes realizados para la extracción”.

Señaló que “una de las referencias más reiterativas de la problemática ambiental en el área urbana ocurre con los bancos de extracción de material pétreo en las zonas conocidas como Salsipuedes, Las Peras y Las Comaleras”.

En esas zonas “no sólo se ha deforestado totalmente el territorio y eliminado la capa superficial del suelo, sino que la propia naturaleza de la actividad minera ha generado cavidades profundas por la extracción del material pétreo, provocando también deterioro de la imagen urbana y una demanda ciudadana de la cancelación de esta actividad”, apuntó.

Vázquez Sánchez, expuso que “la cadena socioeconómica relacionada con esta explotación por su amplia diversidad aumenta la complejidad de impacto socio-ambiental.

“La cadena inicia con los propietarios vinculados con el poder político-económico local o los pequeños propietarios, la contratación de personal con experiencia en manejo de explosivos, extractores del material (areneros de pico y pala), personal especializado en manejo de maquinaria, transportistas, comerciantes de material pétreo, albañiles, arquitectos, ingenieros y que culmina con los ciudadanos que compran dicho material para la construcción o las entidades gubernamentales para el revestimiento de caminos y carreteras”, dijo.

Comentó que “debido a la importancia del material extraído ya como materia prima (arena, grava, laja) o transformada (block y tabicón) para la construcción de inmuebles o caminos, existe la paradoja entre la demanda de clausura de los bancos de extracción y la compra de dicho material para la construcción”.

Este conflicto, abundó, “parece desarrollarse en un aparente círculo vicioso de difícil solución, mientras no exista la demanda y su satisfacción de otros materiales para la construcción de inmuebles (madera, ladrillo, adobe, teja, material industrial).

“El uso de material pétreo para revestimiento de calles, caminos rurales o carreteras es de más difícil sustitución, sobre todo y debido a la necesidad de mejora de caminos de las comunidades rurales y la constante necesidad de restauración de las calles en la ciudad”, indicó.

A su vez, el ambientalista independiente, Alejandro Ruiz Guzmán, afirmó que la explotación “irregular” de más de medio centenar de bancos de arena y grava en el Oriente de San Cristóbal de Las Casas con maquinaria pesada, ha provocado un “daño ecológico irreversible”.

Dijo que existen entre 48 y 60 bancos que operan, muchos de noche, sin respetar las leyes de equilibrio ecológico, de los cuales se extraen miles de metros cúbicos que son llevados a diversas partes del estado e inclusive a otras entidades del Sur del país, por su buena calidad.

Agregó que la explotación de los bancos de arena ubicados en cerros del Oriente de la ciudad, algunos propiedad de políticos o empresarios, ha ocasionado que en tiempo de seca los manantiales ubicados en el área disminuyan su capacidad entre un 40 y 50 por ciento, generando escasez de agua.

“Son decenas de hectáreas explotadas y deforestadas, lo que impide la recarga de los mantos freáticos que está impactando en los humedales y en varios manantiales como El Navajuelo y La Kist, que se abastecen con aguas superficiales de los humedales, pero ya no hay recargas suficientes; hay problemas de contaminación en las zonas habitadas cercanas a los bancos de arena porque son millones de partículas de polvo que se dispersan”, dijo.

“La explotación de los bancos está afectando los humedales e impactará en el agua y en el hábitat también porque hay más de 100 aves migratorias que llegan a los humedales procedentes de Estados Unidos y Canadá, que pernoctan una temporada en el área. El popoyote, pez endémico, está en peligro de extinción. Esto está modificando los microclimas, controlados por los humedales. Y ya se ha modificado el ciclo del agua en San Cristóbal”.

Desde lejos y desde casi todos los puntos de la ciudad coleta se observan grandes huecos y cerros destruidos por las máquinas. Los camiones cargados salen constantemente de la zona, “en lugar de que se regule la actividad, más los explotan”, expresó.

Dijo que en 2012-2014 se conformó un colectivo de la sociedad civil y se solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural que hiciera un inventario de bancos para que se cierren los que están operando de manera irregular, pero no se ha hecho, “no se está pidiendo que desaparezcan sino que se regulen”, enfatizó.

Por su parte, la directora de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Ayuntamiento de San Cristóbal, Gabriela Velázquez Gamboa, afirmó que “urge” que la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn) clausure los bancos de arena que “están sobre pasados por la extracción y rebasaron en gran nivel la segunda norma el límite extractivo”.

Dijo que “hay una horadación tremenda de los cerros” de los cuales se extrae el material pétreo, sin que exista un censo del número de sitios que son explotados.

“El problema es que la Semahn que da los permisos no ha hecho un padrón formal y ahora es un problema social grande porque las colonias Salsipudes, Las Comaleras y Las Peras viven de la extracción a pico y pala, ya no tanto los dueños de los predios sino la gene que encontró su modo de vida de extraer material. Y es una cuestión que derivó en la necesidad de la gente para sobrevivir”, añadió.

“La Semahn ya tendría que haber clausurado los bancos que sobre pasan el nivel de extracción”, reiteró Velázquez Gamboa, quien dijo que el Colegio de Arquitectos ha propuesto hacer una plaza ecológica en la zona y darle una alternativa a las colonias que viven de la extracción”.