En Chiapas prevalece la saturación de las plantas extractoras de aceite procesada y por ese motivo, solamente se está colocando el 30 por ciento de fruta fresca que se produce, dejando pérdidas económicas millonarias.
Ante ello, una vez más, representantes de la Federación Mexicana de Palma (Femexpalma) y de organizaciones de productores y procesadores se reunieron en forma virtual con funcionarios de la Secretaría de Economía, buscando una solución definitiva a la problemática.
Y es que el exceso de importaciones de aceite de otras naciones, ha hecho que la industria deje de consumir lo que se produce en los estados del sur del país, porque además hacen una competencia desleal al ingresar el producto con cero arancel y a los productores nacionales les imponen el IVA, cuando se trata de un alimento.
“De cada diez toneladas de fruta fresca que se producen, las extractoras solamente reciben tres”, explicaron los productores ante el jefe del Departamento de Biotecnología de la Secretaría de Economía, Alexis Ramírez Ramírez.
Cae demanda
En representación de Femexpalma, Imanol Chávez Góngora, mostró la preocupación del sector palmicultor nacional por la saturación de la industria que argumenta que “se les cayó la demanda debido a la reducción de los alimentos chatarra en las escuelas y la baja del turismo en México”.
Sin embargo, aclaró que el problema fue por el efecto de las sobre importaciones, que inundó el mercado nacional con productos a bajo precio que ha pegado a los productores nacionales, que no han podido regularizar la entrega de sus cosechas.
El representante de la sociedad de palmicultores “Sacrificio”, Roberto Marín Estrada, dijo que después de tres meses las extractoras apenas empiezan a volver a comprar fruta, pero “la pérdida la sufren los productores”.
Por ello, planteó que se debe monitorear la producción nacional para evitar que se autoricen importaciones en demasía para la industria, ya que ello daña al campo mexicano y “se pierde dinero, empleos y amor al país”.
Explicó que el cultivo de la palma de aceite es más social que privada, por lo que las afectaciones son severas en el sector palmicultor chiapaneco, sobre todo en la Costa y Soconusco, donde se encuentran cultivadas el 80 por ciento de las casi 70 mil hectáreas que existen en el estado.
Por su parte, Sergio Lucio Villalón, de la Sociedad de Desarrollo Agropecuario del Soconusco, consideró que debe haber una trazabilidad del aceite que viene del extranjero para saber su verdadero origen y calidad, debido a que también la industria castiga a los productores nacionales bajo el supuesto de que se tienen que cumplir con garantías ecológicas.
Por su parte, Amilcar Fernández del Grupo de Palmicultores Huehuetán, insistió en que la crisis en el sector surge a raíz de la sobre importación de aceite y al mismo tiempo, un exceso de producción nacional, tanto que “hasta ahora no podemos colocar el cien por ciento de la fruta, ni el aceite bruto que procesamos”.
Ante ello, también consideró que debe haber un seguimiento por parte de las autoridades federales de Economía, Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y otras instituciones, para que se garantice que la producción nacional sea absorbida por la industria, dando prioridad al sector nacional que al extranjero.
El funcionario de la Secretaría de Economía, Alexis Ramírez, reconoció la necesidad de continuar trabajando con el sector palmicultor del país para encontrar las soluciones integrales, incluso relacionados con incentivos.