Tapachula y otros municipios fronterizos son considerados por miembros de la comunidad LGBTIQ+ como lugares donde existe una mayor discriminación y violencia hacia ellos. Estiman que en promedio, ocho de cada diez miembros de esta población sufren actos de discriminación y agresión psicológica en el hogar, escuela o trabajo.
Chica trans
María Marina H, una chica trans originaria de Santo Domingo, Unión Juárez, comenta que es común que sufra acoso callejero por estar abierta a su orientación sexual, y expone que, aunque ella cumple con una jornada laboral en una empresa, muchos la relacionan de manera equivocada como “trabajadora sexual”, aunque tenga una pareja definida.
Afirma que la gente es cruel con quien no tiene una orientación sexual como la mayoría. Físicamente o a través de redes sociales empiezan el acoso que, generalmente, al no tener repuesta sube de tono al grado de llegar a las amenazas, por lo que existe el temor de que esas intimidaciones lleguen a hacerse realidad.
“Después de los mensajes, vinieron los ofrecimientos, y posteriormente a perseguirme en la calle; es una situación muy preocupante porque en cualquier momento puede subir de nivel, ya que Tapachula es una de las ciudades más violentas para la comunidad LGBT”, abundó.
Discriminación en odos los niveles
Compartió que la violencia y discriminación también se enfrenta en instituciones de educación, salud y en centros de trabajo, donde son tratados de manera lasciva, solo por su orientación sexual.
Indicó que en el caso de las chicas trans sufren discriminación en las instituciones de salud, en donde lamentablemente no reciben tratamientos hormonales lo que representa una violación de sus derechos como seres humanos.
Mencionó que desafortunadamente Tapachula sigue siendo una de las ciudades más peligrosas para los miembros de la diversidad sexual en Chiapas, ya que en este municipio se han perperado los crímenes de odio más sangrientos.
