Sots’leb, donde crecen las rosas de montaña

En el mes del amor, mercados y florerías de la capital chiapaneca y de otros municipios comienzan a surtirse de variedad de flores para el 14 de febrero. Antes, hubo un largo proceso que viene desde la cosecha, el crecimiento de los plantíos y finalmente, los arreglos florales.

Pero detrás de todo este desarrollo -que comienza hasta con 11 meses de antelación-, algunos floricultores del municipio de Zinacantán y Nachig alistan los últimos detalles para cortar las flores y llenar las camionetas de redilas destinadas, en su mayoría, a surtir la demanda en los mercados del estado.

Al respecto, Pedro Gómez, del pueblo Sots’leb o Lugar de Murciélagos, comenta que el cultivo de las rosas consiste en tener paciencia y responsabilidad.

“Las rosas son muy delicadas y frágiles, como una dama, por lo que su cuidado es de vital importancia; sus pétalos se pueden dañar si se manipulan bruscamente”, relata.

Para este municipio enclavado en la región Altos, la floricultura es pilar fundamental de la economía, cerca del 60 % de los cultivos están dedicados a las flores y otras especies, tales como rosas, crisantemos, claveles, entre otras.

A pesar de que el frío no beneficia mucho en algunas temporadas, don Pedro afirma que el clima es un factor importante para que las rosas puedan reventar de manera adecuada, aunado a la fertilización correspondiente para que las plagas o los hongos no dañen la producción, “ya que de nada servirían tantos meses de dedicación”.