SUCUMBE UN SÍMBOLO TRAS 67 AÑOS DE HISTORIA

Abierto al público desde el 20 de noviembre de 1948, el hotel Bonampak ha ostentado desde entonces una parte de la cultura chiapaneca transfigurada en sus representativos murales y endémica vegetación de sus jardines.

Según publicaciones de la revista Chiapas, que datan de 1949, el hotel Bonampak representaba en hotelería el orgullo de Tuxtla Gutiérrez e incluso del sureste mexicano, en una época en la que el turismo empezaba a florecer.

El proyecto del Hotel Bonampak

Fue inaugurado el 20 de noviembre de 1948, siendo gobernador del estado Francisco J. Grajales. Ofrecía a sus visitantes las comodidades indispensables para la vida moderna, con influencias regionales.

Su fundador fue Moctezuma Pedrero Argüello, un hombre con visión para los negocios. Él lanzó una convocatoria temática de la cual resultó ganador en 1946 Carlos Frey, quien basó su propuesta para el hotel en la zona arqueológica de Bonampak, que fuera descubierta ese mismo año, de ahí el nombre y las influencias del hotel.

Con este hotel se crea la cafetería Bonampak, y se inicia la tradición que respaldó al hotel hasta fechas recientes. A través de los años se fueron incorporando servicios especializados como el Steak House y Banquetes Bonampak.

La intención fue consolidar un grupo de servicios especializados para continuar con el sabor y la tradición que han acompañado a visitantes y familias chiapanecas desde hace años.

Instalaciones

En la década de los cuarenta, en el interior del hotel podía apreciarse una muestra de la exuberante vegetación tropical característica de la región, que formaba parte del paisaje que veía el huésped en los jardines que rodeaban al edificio.

También contaba en sus instalaciones con 80 baños privados, 2 albercas, cancha de frontón, boliches, billares, peluquería, 2 fuentes de sodas, 64 pabellones y 15 bungalows.

El turista que venía del interior del país por la Carretera Internacional, lo primero que podía apreciar del edificio eran los pórticos del hotel que se ubicaba hasta hace poco en la Colonia Moctezuma, en el lado occidente de la ciudad.

La altura a la que se encontraba el hotel, por la zona geográfica en la que fue construido, permitía el correr de la brisa, con lo cual el ambiente era fresco y benigno en medio del cálido ambiente cálido.

Para 1949 diversos acontecimientos ocurridos en el ámbito social, político, cultural y tecnológico de aquella época abrieron las puertas a nuevos mercados; así el reciente descubrimiento de las zonas arqueológicas de Bonampak, Palenque y Yaxchilán propiciaron el fortalecimiento del turismo en Chiapas y con ello el de la hotelería.

Pero el rápido posicionamiento del Hotel Bonampak no solo se debió a esto, fue de vital trascendencia para este negocio la administración de Roberto Calderón, cuya cultura, habilidad para los negocios y conocimientos en hotelería turística hicieron prosperar el hotel.

Al tratarse de uno de los hoteles más amplios, contaba con una gran cantidad de personal. Todos ellos debidamente uniformados, que junto con las cómodas instalaciones proporcionaban al viajero una agradable estancia sin que por ello se les cobrara un precio excesivo: entre 20 y 35 pesos por el servicio de hospedaje y manutención, además de ofrecer un descuento del 30 por ciento para agentes viajeros.

Además de la hospitalidad, el hotel contaba con 80 teléfonos en todo el edificio a disposición del visitante, 80 baños privados, servicio de automóviles para traslado gratuito a cualquier parte de la ciudad.