Suelos agrícolas pierden más de 30 %

Uno de los principales problemas en la modificación de los ecosistemas es el cambio de uso de suelo para actividades agrícolas; considerando que gran parte de la agricultura en Chiapas se practica en laderas, esa pérdida de cobertura provoca otros problemas como deslizamientos.

Lo anterior lo señaló Jorge Mendoza Vega, investigador titular del Colegio de la Frontera Sur, en la conferencia magistral “La importancia de los suelos en la mitigación a los cambios globales”, en el marco de la Semana de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach).

A nivel mundial la agricultura es responsable de emitir 25 % de dióxido de carbono, 50 % de metano y 70 % de óxido nitroso del total de las emisiones antropogénicas.

Además dijo que, según estudios de 1990 a 2009, la fuerza radiactiva proveniente de los gases de efecto invernadero han aumentado un 27.5 %, siendo el dióxido de carbono el responsable del 85 % de este incremento.

Los suelos agrícolas han perdido entre 30 y 75 % de su contenido original de magnesio e hidrogeno, lo que obliga a los agricultores a buscar otras zonas para sembrar, pero modificando los ecosistemas.

La mayoría de las investigaciones sobre emisiones de gases de efecto invernadero toman en consideración la materia orgánica de los suelos, sin embargo, en el trópico existen los carbonatos, que también producen dióxido de carbono cuando el ecosistema es perturbado.

Es necesario estimar el contenido de carbono para los diferentes tipos de cobertura vegetal, uso de la tierra y asociaciones de suelo. Identificar las prácticas agrícolas o de conservación de suelos que capturen más carbono y estimar las cantidades.

Indicó que el calentamiento global no es lo mismo que el cambio global; este último son modificaciones en los ecosistemas de nuestro planeta provocados por actividades antrópicas, como la quema de una parcela agrícola que produce gases contaminantes.

Otro ejemplo es la contaminación por microplásticos en cuencas y mares. En sí se refiere a todos los cambios provocados por el ser humano, que repercuten en los ecosistemas a diversos grados.