Adultos mayores fueron cargados por hijos y nietos en el éxodo de pobladores de Amatenango de la Frontera hacia Guatemala, quienes escapan de la situación en la región.
Otros caminaron más de cuatro horas hacia las montañas y varios de ellos durmieron a la intemperie, en el monte, toda una noche para poder salvar sus vidas.
Desde el pasado lunes 22 del presente mes, habitantes de al menos 10 localidades de este municipio que se localiza en las márgenes del río Grijalva, decidieron cruzar la línea fronteriza por temor.
Abuelito duerme en el monte
Don Juventino, un adulto mayor de 82 años de edad, narró que cuando la situación se complicó, sus vecinos le avisaron que huyera hacia el monte para salvar la vida; como pudo, dijo, tomó una mudada de ropa, una cobija y huyó hacia la sierra de Guatemala.
Debido a su avanzada edad no logró ascender muchos metros, por lo que decidió tirarse al suelo para resguardarse.
Ahí permaneció tirado e inmóvil por varias horas, pasó toda la tarde del pasado lunes en el monte, le agarró la noche y fue hasta en la madrugada del martes que se dispuso y caminó alrededor de cuatro horas por veredas y cuesta arriba para llegar finalmente a la aldea de Ampliación Nueva Reforma, municipio de Cuilco, del Departamento de Huehuetenango, Guatemala.
Un adulto mayor de 97 años, de nombre Zaqueo, fue cargado por sus hijos y nietos hasta la serranía de Guatemala, pero debido a sus padecimientos, y por salir de prisa, no llevaron sus medicamentos, por lo que su estado de salud se complicó y falleció horas después de llegar al Caserío Ampliación Nueva Reforma, municipio de Cuilco, en donde autoridades locales dieron todas las facilidades para que fuera sepultado.
