En los últimos 30 años la economía de Chiapas ha permanecido a la baja. Enrique Alberto Vázquez Constantino, presidente del Centro de Investigación y Estudios Sociales, Económicos y de Mercados del Sector Privado (Ciesen), considera que los programas federales y las remesas que llegan desde Estados Unidos ayudan a que la entidad “sobreviva”.
Frente a este panorama y de acuerdo a investigaciones aplicadas, el representante del Ciesen asegura que es necesario regenerar la economía a través de la instalación de por lo menos 11 polos de desarrollo.
“Ha sido menos triste la situación, pero no podemos estar así todo el tiempo”; ante ello, puso sobre la mesa que esta entidad ahora es parte del Corredor Interoceánico, establecido por el actual Gobierno Federal, lo que significa la remodelación del tren de carga desde Ixtepec, Oaxaca, hasta Frontera Hidalgo, en Chiapas.
Mientras en la parte norte de Chiapas se mantiene la rehabilitación del ferrocarril de Coatzacoalcos, Veracruz, hasta Palenque, vía Juárez-Pichucalco. Las mencionadas rehabilitaciones incluyen un gasoducto en el norte y otro en la costa de la entidad.
El gasoducto ha sido mencionado por Marcelo Ebrard en los últimos discursos públicos rumbo al proceso electoral del 2024, con hincapié que, de llegar a la silla presidencial, dará continuidad a la obra.
Estos proyectos también están vinculados al Eje Transversal que incluye la autopista Pijijiapan-Tuxtla Gutiérrez, Tuxtla-San Cristóbal de Las Casas y San Cristóbal- Palenque —antes de Las Culturas—, proyecto que se integra al Tren Maya.
Para Vázquez esto genera un ecosistema más adecuado para la industria para el establecimiento de 11 polos de desarrollo, como ha ocurrido en Oaxaca y Veracruz, “sin embargo, acá aún no los tenemos, y ahora le solicitamos”.
Estos, dice, deberían establecerse en municipios como Mazatán, Huixtla, Villa Comaltitlán, Pijijiapan, Tonalá, Arriaga, Jiquipilas, Cintalapa, Juárez, Pichucalco y Palenque.
“Con estos polos podríamos estimular la industria agroalimentaria, la química, petroquímica, la forestal no maderable, plásticos y hule; el cuero, la maquinaria y equipo, de metales, energía y también logística (…) Esta sería una oportunidad para que los empresarios chiapanecos tengamos esa posibilidad de desarrollo endógeno”.
La geografía de la historia
Ana Esther Ceceña, economista experta en geopolítica e investigadora de la Universidad Autónoma de México (UNAM), recuerda que, en el caso del Tren Maya, cuando abrieron la vía encontraron una cantidad de piedras labradas, estatuas, cerámica, edificios y partes de edificios que rompen para abrir paso y que en muchos casos se los roban, “es un despojo multiplicado”.
En consecuencia, “la geografía entonces empieza a decirnos cosas distintas, porque la geografía nos habla de historia, de los edificios que están dentro de la selva y la propia selva creciendo sobre ellos, el tipo de plantas, de animales que hay”.
La investigadora explica que incluso los árboles que combinan raíces debajo de la tierra hablan de historia, “esa historia está siendo absolutamente ruta profanada sacrificada en aras de un progreso”.
Aunado a esto, el desarrollo económico con empleos e inversiones que se promete no será para los mexicanos. A decir de Ceceña, están llegando empresas extranjeras con intereses extranjeros y ejemplifica con las cadenas de hoteles que venden paquetes de viaje con todo incluido, es decir, no habrá derrama económica de esa visita para el pequeño o mediano comercio.
Argumenta que esto se debe a la tónica de imposición del modo de vida de una dinámica económica social de actividades que tienen que ver con intereses que son mucho más grandes que lo que México incluso puede controlar.
Situación que se agudiza con el control de los territorios en los que se ejecutan estos megaproyectos por parte del Ejército y la Guardia Nacional.
“El Ejército Mexicano, que pertenece y colabora con el Comando Norte de Estados Unidos, que es uno de los comandos en el Pentágono y está colaborando con el comando Sur, haciendo ejercicios conjuntos y entrenamientos para batallas en selva. ¿A qué selva del mundo va a ir a pelear el Ejército?”, cuestiona Ceceña.
Cuna de los mayas
Para la Organización de Pueblos Autónomos Mayas (OPAM), la cuna de la gran civilización maya ahora pretende ser convertida en “centro del desarrollo capitalista” que terminará por impactar la cultura ancestral.
“La convertirá en mercancía para negocio de los empresarios nacionales y extranjeros, porque como dijeran nuestros hermanos zapatistas al responder a la pregunta de ¿por qué no nos subimos al tren del progreso?, es porque sabemos que las estaciones son de decadencia, guerra, destrucción y el destino final es la catástrofe”, reiteran los choles integrantes de la OPAM.
A través de la historia, recuerdan que han sido pueblos que han sufrido “fuerte política de represión paramilitar de tierra arrasada, pero pese a los intentos fallidos por exterminar la semilla de libertad y la rebeldía”.
La OPAM dice que con 30 años de resistencia y construcción de autonomía van a continuar y tejer redes, como ocurrió en la caravana “El sur resiste”, en la que conocieron otras luchas y confirmaron la devastación de la selva que también está iniciando en Chiapas con el Tren Maya, “pero defenderemos nuestro territorio que recuperamos a sangre y fuego”.
Los comerciantes de San Jerónimo Bachajón, municipio de Chilón, en el que de forma reciente se edificó un cuartel de la Guardia Nacional, señalan la importancia de acabar con la explotación despojo y saqueo “de los grandes capitalistas extranjeros sobre nuestros territorios ancestrales”.
Los tseltales destacan la realización de estos megaproyectos que se realizan con la complicidad de grupos caciques locales, como en el caso de “nuestro municipio de Chilón, que cuenta con grandes riquezas naturales y su geografía es pieza fundamental para conectar y comunicar el Tren Maya con otros proyectos”.