Al menos dos mil 300 pobladores de los municipios de Chicomuselo, Socoltenango y la Concordia, situados en las zonas Sierra y frontera de Chiapas, se encuentran desplazadas desde el 15 de este mes por los conflictos armados, lo que “apunta a una verdadera crisis humanitaria”, afirmó el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba). 

En un comunicado difundido la noche de este martes, exigió a los gobiernos federal y estatal “atender urgentemente a las personas víctimas de desplazamiento forzado, así como las causas que dieron origen al mismo”, aplicando los Principios Rectores del Desplazamiento Forzado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Ley para la Prevención y Atención del Desplazamiento Interno en el Estado de Chiapas. 

“En las primeras semanas del mes de enero de 2024 la violencia se ha agudizado en las regiones frontera y Sierra de Chiapas; la documentación realizada apunta a una verdadera crisis humanitaria traducida en al menos dos mil 300 personas en situación de desplazamiento forzado originarias de los municipios de Chicomuselo, Socoltenango y La Concordia”, señaló.  

Crisis social

Aseguró que de junio de 2021 a la fecha, han sido víctimas de desplazamiento forzado más de 10 mil personas, quienes han huido de sus hogares para salvar sus vidas. 

Recordó que el pasado 15 de enero, en los límites de Nuevo Chejel, municipio de Socoltenango y Nueva América, de Chicomuselo, “se presentó un intenso enfrentamiento entre grupos armados. Testimonios refieren la desaparición de personas, homicidios, reclutamiento forzado, así como impactos sicosociales expresados en pánico colectivo generado por el miedo permanente y la violencia”. 

Añadió que “con la llegada de las Fuerzas Armadas el 16 de enero, la población civil de Nueva América intentó evitar su ingreso al territorio ejidal, siendo reprimidos con uso excesivo de la fuerza por parte de los efectivos castrenses, dejando a su paso personas heridas, detonaciones de armas de fuego y estragos por la inhalación de gas lacrimógeno”. 

El Frayba manifestó que “a pesar del reto, dificultad y límites que representa la documentación del fenómeno actual derivado del miedo, desconfianza, incertidumbre y dispersión de la población afectada, logramos documentar la existencia de al menos dos mil 300 personas que se desplazaron de manera forzada para resguardar la vida e integridad personal”.