El subsuelo del municipio de Berriozábal es mayoritariamente carvenos,o lo que origina que este poblado solamente capte agua en las temporadas de lluvia, generando una constante problemática a sus habitantes, quienes aseguran se trata de un problema de antaño.
Así lo dio a conocer el alcalde del lugar, Reynaldo Mancilla López, comentando que el suministro del vital líquido a los hogares es un dolor de cabeza año con año, principalmente en las temporada de estiaje, además de que anteriores administraciones no han trabajado en la infraestructura que la suministra.
“Nosotros dependemos del suministro del agua en un 70% del brazo norte (del poblado), siendo este problema no de hoy sino de muchos años atrás. La infraestructura es uno de los problemas, la cual ya está obsoleta”, señaló Mancilla López.
Tan sólo la mañana del pasado 17 de enero miles de litros de agua se fugaron sobre las calles debido al rompimiento de una tubería, generando molestia en los habitantes, ya que durante varios meses del año se abastecen mediante el servicio de pipas, y tan sólo en un instante miles de litros fueron desperdiciados.
Según pobladores de Berriozábal, el problema real no es la disponibilidad, sino de infraestructura, un tema al que han sido apáticas autoridades municipales durante años; argumentan también que Chiapas es prácticamente una cuenca que abastece del 30% de agua a todo el país.
“Pero la infraestructura no es todo el problema ya que Berriozábal por ser de suelo rocoso o cavernoso hay agua únicamente en el tiempo de lluvia, de lo contrario nosotros dependemos del 70% del suministro del brazo Norte, en temporada de sequía es peor”, agregó.
En ese sentido dijo que para combatir esta problemática se están haciendo tanques de almacenamiento en las colonias de la periferia, como Juan Sabines y Linda Vista, para abastecer a las familias que más padecen del servicio de agua potable.
Para los pobladores resulta contradictorio que entre sus santos populares se halle el Señor del Pozo, a quien le rinde una algarabía en la represa del pueblo, justamente un lugar que año con año sufre de un suministro deficiente del vital líquido.