La suspensión de clases si bien tiene la finalidad de proteger la salud pública ante la pandemia del Covid-19, terminará por perjudicar económicamente a algunas escuelas privadas, como es el caso del Colegio Salvador Dalí, donde algunos padres se han manifestado renuentes en pagar las próximas colegiaturas.
De acuerdo con la directora general, María Eliza Robles, algunos padres han manifestado que no pueden pagar las colegiaturas por retención de salarios en sus centros de trabajo, donde han suspendido parcial o totalmente labores, o bien, porque no quieren, ya que dudan de la medida.
Importante recordar que el 20 de marzo fue el último día de clases presenciales para todos los niveles educativos del servicio público y privado en todo el país, por instrucciones de la Secretaria de Educación Pública (SEP) como medida preventiva para evitar la propagación del coronavirus entre los niños, adolescentes, jóvenes, maestros y padres de familia.
Robles dijo que algunos padres y madres del colegio piensan que esta medida es decisión de la escuela, “nosotros les hemos hecho saber que no es así, por el contrario se seguirá trabajando para mantenernos al tanto de los niños desde sus casas, principalmente a través de grupos de What’s App”.
Señaló que a pesar de que han programado actividades a través de medios electrónicos para dar seguimiento al desarrollo escolar de los menores, algunos padres siguen con la idea de que se trata de vacaciones, por lo que los niños “ni avanzan y tampoco se cuidan”.
Reconoce, enfatizó, que la medida es necesaria para proteger a toda la población, pero sin duda traerá algunos inconvenientes tanto en el avance escolar como en la parte económica, también porque algunos papás al no saber si el periodo sin clases se extenderá prefieren no pagar colegiaturas.
Aprovechó para hacer un llamado a los padres y madres, no solo de este colegio sino de todas las instituciones educativas privadas y públicas, en reconocer que no es momento para exponer a los menores a espacios de concentración masiva, por el contrario, a cuidarlos y fortalecer con ellos la parte educativa.
Reiteró que dadas las circunstancias económicas actuales, habrá consecuencias no solo para el sector educativo privado, sino para el resto de negocios, que debido a la contingencia tendrá que detener sus actividades, lo cual resulta preocupante ya que los impuestos, pagos de salarios y demás gastos operativos continuarán con normalidad.