Amado Ríos Valdéz, delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en Chiapas, sostuvo que la tala clandestina, el comercio ilegal de fauna silvestre y la invasión a las áreas naturales protegidas, son temas persistentes y preocupantes para las autoridades ambientales.
Ríos Valdéz, informó, que la tala de arboles contribuye al cambio climático, ya que se produce mayor emisión de dióxido de carbono (Co2) y menos captura del mismo; “los arboles representan oxigeno para la humanidad, elemento suficiente para dejarlos respirar”, acotó el delegado.
Por otro lado, personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), manifestó que los bosques de pino encino de las tierras altas de la entidad son un punto central en la diversidad biológica del país, por lo que en municipios como Ocosingo, Palenque y Tila se mantiene una vigilancia permanente debido a los talamontes que operan de forma ilegal.
Las cubiertas formadas por las copas de los árboles y la masa forestal de la región altos de Chiapas, proporcionan un importante hábitat invernal para más de 200 especies de aves migratorias y especies endémicas, advirtió la Profepa.
En el mismo sentido, la Profepa, dijo que los bosques brindan innumerables beneficios a los humanos, tales como agua potable, leña, madera, protección contra desastres naturales y cada vez más oportunidades económicas a través del ecoturismo, ventajas que cada día se pierden más debido a la tala inmoderada que se realiza en el estado.
Consecuencias importantes
La Profepa, señaló a los grandes territorios de ranchos ganaderos y cultivos de subsistencia de ser los principales responsables de la perdida de grandes extensiones de tierra forestal natural, lo cual deja poca protección contra la erosión del suelo, los huracanes o los aguaceros torrenciales comunes durante la temporada de lluvia, lo que genera consecuencias graves, entre ellas, comunidades inundadas.
En cuanto a la erosión del suelo, este se agrava con la tala de arboles, así también los cauces de los ríos provocan un aumento de la sedimentación de las lagunas y estuarios costeros, lo cual afecta la calidad del agua para los residentes que viven río abajo y al mismo tiempo se pone en peligro el sustento de las comunidades pesqueras, aportó la Profepa.
Finalmente, Ríos Valdéz, dijo que aunque en el estado a empezado a crecer una cultura ambiental, aún falta mucho por hacer, por lo que el cuidado del ambiente es un trabajo que no solo debe a las instituciones pertinentes, sino también debe sumarse la población.