Tatuadores rosa: una labor con mucho corazón

El objetivo es ayudar a aquellas mujeres que vencieron el cáncer de mama, pero tienen que vivir con las consecuencias: no tener un seno.

Esta es la razón que mueve, por tercer año consecutivo, a un grupo de tatuadores del Colectivo Lágrimas Negras, quienes hacen “simulaciones de pezón” de manera gratuita.

Se vale copiar

Joan Martínez y Marlon Pozada tuvieron la iniciativa después de una conversación “con un colega” de Torreón, quien lleva años realizando esta labor. “Nosotros ya tatuamos pezones y areolas, por lo que se nos facilitó hacer este tipo de tatuajes”, contó Joan, en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama que se conmemora este 19 de octubre.

Destacaron que su labor únicamente pretende que las mujeres recuperen su seguridad y confianza, tras la pérdida completa o parcial del seno por las cirugías derivadas de la lucha contra el cáncer, uno de los más terribles y comunes en las últimas décadas entre la población femenina.

Los tatuajes son gratuitos y se realizan durante todo octubre, considerado el Mes Rosa. “Es un agradecimiento a la vida y a uno de los trabajos más nobles que existen, el tatuaje, del cual hemos vivido a lo largo de los años”, enfatizó Joan.

Entre mujeres

Pensando en las mujeres, la tatuadora Paulina Tapia, hace un año, se unió al proyecto, pues destacó que cuando existe la presencia de una fémina, las mujeres se sienten con más confianza y la labor ha sido muy gratificante.

“Es muy bonito, porque le sube mucho el autoestima a las mujeres, por eso las invitamos a que acudan y se animen, se van a sentir más seguras”, expresó.

Los tatuadores reiteraron que se trata de una de las experiencias más gratificantes que han sentido. “No hay necesidad de que te digan, ‘oye, me gustó’; simplemente al momento que se ven al espejo y ves la reacción, eso es más valioso, a que alguien te diga, ‘ten dos mil varos’”, agregó con emoción, Joan.

Marlon explicó que el dolor va a depender de la persona, pero que regularmente, al ser un tejido muerto, suele no ser doloroso, “obviamente hay personas que dicen que les quedó sensible o que presentaron algún tipo de molestia”.

Dijo comprender que las mujeres llevan un proceso de años, el cual suele bajar mucho la autoestima, por lo cual aún hay cierto estigma, pudor y pena por dar el paso a tatuarse.

Detallaron que han creado vínculos con instancias de salud que atienden el cáncer de mama, para que las canalicen y tras la opinión de los expertos, se animen a realizarse los tatuajes.