Desde el Centro Mesoamericano de Física Teórica, Chiapas tiene acceso a información y desarrollo de primera línea, emanados del telescopio James Web, el más grande y poderoso del mundo y del cual se han obtenido los más recientes descubrimientos interestelares de los últimos 100 años.
Además, estos descubrimientos están sirviendo en el mundo para aplicar la tecnología, habitualmente de uso militar, a las necesidades de desarrollo de las naciones, pues se tienen aportaciones que pueden ser implementadas en industria, agricultura, entre otros tópicos, confirmó el científico Luis Felipe Rodríguez, astrónomo mexicano y coordinador del Centro Mesoamericano de Física Teórica (MCTP, por sus siglas en inglés) de la Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas (Unach).
El reconocido doctor en ciencias dijo que el telescopio y sus descubrimientos, son uno de las más grandes aportaciones de la comunidad científica internacional para teorizar sobre el universo, conocer los valores de exoplanetas y utilizar esa tecnología e información en el mejoramiento de la vida cotidiana de la humanidad.
Tecnología para Chiapas
Estas observaciones que parecieran pertenecer a algún relato del futuro, es en realidad información disponible para las y los chiapanecos, misma que en realidad ya se trabaja desde la coordinación residente del MCTP en la Escuela de Ciencias Físicas y Matemáticas Aplicadas.
Académicos analizan los reportes de estas investigaciones a nivel mundial y realizan sus propias experimentaciones con herramientas locales, generando conclusiones desde esas grandes aportaciones para ser aplicadas en Chiapas.
El astrónomo, referente de la investigación en el mundo, añadió que el dispositivo James Web tiene un valor de 10 mil millones de pesos y es utilizado por la comunidad científica internacional; además, gracias al interés de los académicos chiapanecos, esa información es consumida en la entidad.
Expuso que, las investigaciones contemporáneas de acceso público sobre el universo emanan de este enorme telescopio con capacidades nunca antes vistas, y del cual están surgiendo muchos de los mayores avances de tecnología para la vida diaria en áreas como comunicaciones y aplicaciones para rubros en salud, educación y desarrollo.
¿Para qué sirve?
El doctor dijo que el telescopio James Web ha cambiado todo, particularmente desde dos aristas: la primera ofrece las mejores condiciones para estudiar cosas remotas, en una sincronía entre tiempo y espacio que permite conocer tópicos de cuando el universo era joven.
Un área que ha sorprendido a la comunidad internacional, pues la narrativa histórica contrasta con los recientes resultados de investigación, por ejemplo, ahora estamos teniendo información probada de la existencia de nuevas galaxias que nuestra teoría señalaba no deberían existir.
Incluso algunas observaciones indican que hay galaxias formadas, por su estructura, previas a la idea de la gran explosión o Big Bang. Esto porque estamos observando más lejos, hasta donde la información aún no nos había llegado.
Un segundo momento es estudiar los valores de exoplanetas, es decir, información de planetas fuera de nuestro sistema solar; estudiando, además, la composición química para saber si hay vida en espacios distintos a la tierra; este telescopio podría probarlo.
En estos trabajos la comunidad científica mexicana participa con aportaciones teórica y de observaciones, particularmente en la proyección reciente de planetas que se desconoce cómo se formaron.
Una de las rutas de investigación es el Proyecto DESI (siglas en inglés de Instrumento Espectroscópico de la Energía Oscura) un experimento internacional en el que participan más de 900 personas de más de 70 instituciones, liderado por el Laboratorio Lawrence Berkeley, de Estados Unidos.
Mexicanos analizan energía oscura
En este proyecto DESI, hay un grupo mexicano que está analizando la energía oscura, la cual está resultando desconcertante, pues pareciera que está disminuyendo. Principio de que el universo podría dejar de expandirse.
Estos proyectos entre el gran telescopio y el proyecto DESI son consistentes en la evolución del conocimiento, y el descubrimiento de nuevos escenarios.
Por ejemplo, en 1950 solamente existía astronomía óptica y hoy en día hay astronomía de Rayos X, esta se utiliza en escenarios civiles; ahora, explicó, un teléfono inteligente tiene unos 10 millones de pixeles, cosa imposible hace 20 años, pero que en otras dos décadas sería posible tener un móvil que, acompañado de un cerebro parabólico, permitirá fotografiar las estrellas y los planetas cercanos.
Esta tecnología en desarrollo se puede implementar en las placas fotográficas, en las actividades odontológicas, de estudios en tomografías, medición de temperatura y consecuente impulso a sistemas de monitores al campo, el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA), que no tiene origen en la computación sino en astronomía, entre otros.
Chiapas
En este sentido, el investigador Jorge Mastache, doctor en ciencias y coordinador residente en Chiapas del Centro Mesoamericano de Física Teórica, explicó que la entidad tiene un gran escenario de posibilidades al conocer esta información.
Esto para nutrir su campo académico, como para proyectar acciones de mejora del entorno, utilizando las tecnologías y herramientas de estos estudios trascendentales, pues dijo: urge generar ciencia desde el Sur de México.
En cualquier caso, la sociedad civil interesada, los gobiernos municipal, estatal o federal, así como productores interesados pueden apersonarse en el Centro Mesoamericano de Física Teórica, para dialogar sobre la posibilidad de aplicación de esta información.