El investigador Carlos Ocaña Parada, comentó que las zarigüeyas, conocidas como tlacuaches, no son agresivas ni portan rabia, como muchas personas todavía creen, por eso llamó a la población a que, en caso de toparse con una cerca de su casa o en la calle, no las maten, pues son especies inofensivas.
Mencionó que durante la primavera, de febrero a finales de mayo, los tlacuaches suelen salir en busca de alimento porque se encuentra en periodo de reproducción, entonces al querer alimentar a sus crías rondan por diversos espacios, poniéndose en riesgo de ser cazadas.
“Hoy en día existen muchas personas que los consideran una amenaza, los confunden con ratas, piensan que tienen rabia, que son agresivas por su aspecto y su dentadura, pero todos son mitos, no hay evidencia científica que confirme esto”, apuntó.
Se trata de un mamífero y marsupial (el único que existe en México), y cada ejemplar suele dar entre ocho y nueve crías en promedio. Son omnívoros, es decir, comen casi de todo, carne, algunos insectos, garrapatas, semillas, frutas, entre otras. Si bien no está en peligro de extinción, se considera una especie amenazada.
Algunos los consideran peligrosas porque comen gallinas y por eso los matan, pero también comen roedores y algunas serpientes, por ello se les llama controladores biológicos naturales, entendiendo que por ese motivo no hay que matarlos, ya que tiene un impacto importante en el ecosistema.
Especie resiliente
Incluso, como dato curioso, se sabe que son resistentes a algunos venenos de serpientes, algo que se ha documentado por diversos investigadores. Sin embargo, cuando está ante depredadores más grandes su mecanismo de defensa es quedarse inmóvil.