Las tortugas marinas son animales que permiten medir, de forma relativa, la salud de los ecosistemas acuáticos que se pueden encontrar desde el océano Pacífico hasta el Golfo de México y el Caribe, sin embargo, para estos ejemplares el proceso de anidación se convirtió en una actividad de alto peligro por la persecución que sufren, debido a la venta ilegal de los huevos.
Datos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa 2019), revelan que las siete especies que tienen presencia en México (cuatro de ellas en Chiapas) se encuentran bajo la categoría de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, es decir, en riesgo o peligro de extinción.
Preservación
No obstante, existen instituciones federales, locales y organizaciones de la sociedad civil que han emprendido la lucha para la conservación de estos animales en las playas de México. En la entidad, a través de los campamentos instalados en Puerto Arista, Boca del Cielo (en el municipio de Tonalá), Costa Azul (Pijijiapan) y Barra Zacapulco (en Acapetahua), se protegen 100 kilómetros de playas locales para que estos ejemplares pongan sus huevos sin mayores contratiempos.
Roberto Flores Ramos, coordinador de zona del Proyecto de Protección y Conservación de la Tortuga Marina de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn), informó que liberaron al mar, en la temporada 2020, un promedio de 384 mil 41 crías, lo que significa un logro sustancial para todas las personas que han participado en el proyecto.
Una vez que concluyó el periodo oficial de anidación (de junio a diciembre) de las tortugas, explicó que a lo largo de esos meses recolectaron 616 mil 524 huevos, los cuales fueron depositados en seis mil 732 nidos; después de 45 días de gestación, más del 50 % de ellos eclosionó.
Cuestionado al respecto sobre si en la pasada temporada notaron algún cambio significativo en los ejemplares que llegaron para anidar, comentó que todo transcurrió sin ninguna novedad y las especies arribaron de forma natural, sin que se registrara una disminución en el número de especies que llegan cada año.
De forma histórica, las tortugas laúd, pietra y golfina son las que arriban cada año a las playas de Chiapas para cumplir con el proceso de anidación; en el caso de la carey, también pasa por los sitios locales pero lo hace para alimentarse y llegar hasta el destino en el que pone sus huevos.
Problemáticas
El coordinador de zona del Proyecto de Protección y Conservación de la Tortuga Marina en Chiapas de la Semahn, comentó que el saqueo de los huevos -para la venta y el consumo ilegal- aún se realiza en varios puntos de las playas; lamentablemente, parte de la población aún considera esta actividad como una práctica normal.
Para contrarrestar los ilícitos, autoridades de seguridad ambiental han realizado una serie de recorridos en los alrededores de los cuatro campamentos. De los operativos que llevaron a cabo en carreteras, en un primer momento decomisaron dos mil 500 huevos (en el mes de julio de 2020) y se sumaron dos mil 816 en una segunda acción (en agosto).
La Profepa, por su parte, remarca que el problema que enfrentan estos animales es de orden nacional y se vincula -también- con la captura de la especie para comercializar su carne o su caparazón; los lugares de alimentación son destruidos o contaminados, la mortalidad incidental en las redes pesqueras sigue activa y lo mismo pasa con la transformación de los sitios de anidación.
De acuerdo con el Código Penal Federal, en su artículo 420, remarca que cualquier persona que capture o mate alguna tortuga marina o que pretenda utilizar sus productos, puede recibir una pena de entre uno y hasta nueve años de cárcel, con el agregado de una multa de hasta tres mil días.
“De manera dolosa capture, transforme, acopie, transporte, destruya o comercie con las especies acua´ticas denominadas abulo´n, camaro´n, pepino de mar y langosta, dentro o fuera de los periodos de veda, sin contar con la autorizacio´n que corresponda, en cantidad que exceda 10 kilogramos de peso”, complementa la fracción II Bis.
En el apartado “Acciones Operativas de Vigilancia” de la Profepa, se detalla que entre el 2013 y el 2019, se han protegido 13 millones 581 mil 49 nidos y se han puesto a disposición de las autoridades sólo 17 personas por diferentes actividades ilícitas.
Local
Con base en los datos que ofrece la Semahn, en 29 años de trabajo, comprendido de 1990 y hasta el 2018, se han protegido 91 mil cinco nidos, lo que permitió la incubación de nueve millones 176 mil 987 huevos y la liberación al mar de seis millones 900 mil 890 crías; es decir, desde hace más de tres décadas el proyecto ha sido fundamental para la conservación de este especies que todos los años abarrotan las playas de Chiapas y permiten apreciar a los turistas las maravillas que ofrece la naturaleza.